Tiempos difíciles

Tal disparate no será finalmente puesto en marcha por ser impracticable, internet lo haría imposible de verificar si quien escribe en un portal o en un post de cualquier blog está matriculado en un inexistente de Colegio de Periodistas.

Los medios y quienes trabajamos en el oficio de escribir, hablar o presentar noticias en forma escrita, oral o televisiva, fuimos elegidos como “patos de la boda” del proyecto de LLA que tiene poco de libertad y menos de avanzar hacia otro lado que no sea otra nueva frustración.

Entiendo que se nos quiere “domesticar” y para esto nada mejor que asfixiar a los medios para que, a su vez, tiren líneas a sus periodistas para no hacer críticas y mantener un relato “en línea” con el oficial.

El gobierno primero silenció  la agencia TELAM, creada por Perón, avanzó luego sobre Radio y Televisión Pública, cerró lo que era la antigua ATC, y fue por las radios nacionales, después fue cerrando las agencias de lo que fuera el COMFER y que subsistía como el ENACOM. Miles de colegas están desocupados y otros miles se sumarán pronto, porque la anunciada “reestructuración” no terminó.

Esto que sucede a nivel del gobierno nacional, es copiado como en un espejo por la provincia y si bien, la Secretaría de Información Pública no dispone de medios de difusión propios, si producía contenidos como noticieros televisivos que eran transmitidos por los canales y videocables provinciales en los que se daban a conocer la actividad oficial semanal. Ese mismo contenido, se repetía en gráfica y se producían informes semanales para ser publicados por los diarios en papel, todo esto se suspendió y no hay pauta para “algunos” medios, en los cuales incluyeron a EL SOL en la lista negra.

Ahora, nos enteramos que la “caza de brujas” incluye a la radio pública de Concordia que sí es oficial y los sueldos de su personal son pagados por la Municipalidad, estaría a punto de seguir el mismo camino, achicar para no privatizar o desaparecer. Es lamentable que se elija un medio de comunicación para reducir gastos, lo que nos volvería más pobres aún, porque si “no solo de pan vive el hombre” la comunicación enriquece cultural y democráticamente a los oyentes que escuchan distintas opiniones y voces  del acontecer diario de una ciudad y su silencio será sepulcral, el de los cementerios, si avanzan en esta idea vergonzante.