Hace varios meses, Rosario amanece con carteles cruzados, balaceras y también homicidios. Pero, en la madrugada de este jueves, la violencia superó un límite que nunca había traspasado: amenazar a Lionel Messi, a través de un supermercado ligado a un familiar de Antonella Roccuzzo. Y detrás de esa intimidación que se hizo mundial podría estar la sangrienta interna que se baten dos grupos de Los Monos, integrantes de la barra de Newell’s.

Aunque no se descartan otras hipótesis, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra sumaron el cartel que dejaron los sicarios en el supermercado Único, sobre la calle Lavalle, a otros que fueron recogidos en escenas de balaceras y homicidios relacionados a esa guerra narco que ya lleva 16 hechos de balaceras y, al menos, cuatro homicidios.

El mensaje que le dejaron a Messi, al igual que el resto, será sometido a una pericia scopométrica y caligráfica que busca nexos y patrones comunes entre ellos.

También se harán pericias balísticas sobre las 12 vainas servidas que levantaron agentes de la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC) frente a la persiana de metal del supermercado en la que impactaron 14 proyectiles.

¿Quiénes están detrás de los ataques que investigan Edery y Schiappa Pietra, los fiscales que durante el juicio a Los Monos debieron usar chaleco antibalas? Los grupos liderados por el Leandro “Pollo” Vinardi, Damián “Toro” Escobar y Cristian Nicolás “Pupito” Avalle -de la barra de Newell´s- por un lado, y, por el otro, por Leandro “Gordo” Vilches, Rodolfo Héctor “Eric” Masini y Pablo Nicolás Caminos, quienes querrían tomar el control de la barra y sus negocios.

Todos están presos, los tres primeros en la cárcel de Ezeiza y el resto en Rawson.

Vinardi y Vilches son dos de los laderos de mayor confianza de Ariel “Guille” Cantero. Pero se produjo un quiebre que ni el temible líder de Los Monos logra controlar. La pelea entre las dos facciones suma muertes a las que ya están habituados en la ciudad y cobra cada vez mayor gravedad.

El golpe más fuerte entre ambas facciones había sido a principios de febrero, con el homicidio de Lorenzo “Jimi” Altamirano, un músico de 28 años, que fue ejecutado de tres tiros frente al sector de parrilleros del Coloso Marcelo Bielsa, el estadio de Newell’s.

Este miércoles, antes del atentado a la familia del capitán de la Selección, hubo otro homicidio que estremece por su similitud con el de “Jimi”: desde un auto bajaron a un hombre y le dispararon en plena vía pública. Ocurrió en Amenábar al 6000, en el barrio Triángulo y Moderno, un domicilio vinculado a Agustín “Tato” Leguizamón.

Sospechan que el crimen fue encargado por su exsocio, Caminos.

El mensaje mafioso contra Messi y su familia, en manos del fiscal Federico Rébola, también hacía referencia al intendente de Rosario.

“No tengo sospechas, tengo hechos que anteceden a esto. ¿Es diferente a lo que pasó frente a la AIC, a los edificios de la Justicia Federal, frente a los dos distritos municipales?”, se preguntó Pablo Javkin sobre la balacera y el mensaje, quien relaciona el ataque a una reunión con las fuerzas federales, según indicó en diálogo con TN.

“Es un hecho grave que tenemos que trabajarlo, no solamente las aristas que tienen que ver con prevención, sino también con la investigación”, apuntó el ministro de Seguridad Claudio Brilloni.

“Tenemos los recursos que la fiscalía disponga para trabajar”, señaló el ministro ante la consulta sobre la necesidad de la intervención de una fuerza federal en el hecho.

Por último, aseguró que el mundo ve a Rosario “con la misma preocupación que lo vemos nosotros”.

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