El cofundador de Google sale de las empresas de Elon Musk tras una infidelidad

Sergey Brin, octavo hombre más rico del mundo, había invertido medio millón en Tesla durante la gran crisis de 2008 para ayudar a su amigo. Tras conocer la traición, ha solicitado el divorcio.

Ciencia & Tecnología 25/07/2022 Editor Editor
Elon Musk
Elon Musk, en diciembre pasado en Berlín.

Además de un impreciso número de hijos, un romance con la ex mujer de Johnny Depp en pleno proceso judicial de ambos y una pareja casi de estilo gótico, el magnate Elon Musk causa estragos en otras relaciones, como si no tuviera bastante con las suyas. Según informa este domingo el diario The Wall Street Journal, la biblia de la prensa económica estadounidense, con una nota a medio camino entre el cotilleo y el balance de resultados corporativos, el fundador de Tesla y SpaceX provocó la ruptura de la pareja formada por el cofundador de Google Sergey Brin y Nicole Shanahan, con la que el hombre más rico del mundo tuvo una aventura a principios de diciembre en Miami.

Brin, que en 2008, coincidiendo con la Gran Recesión, invirtió medio millón de dólares en el proyecto de Tesla, presentó la demanda de separación en enero tras tres años de matrimonio y un hijo en común, y ordenó después a sus asesores desinvertir hasta el último centavo en las empresas de Musk, según el diario económico. La supuesta infidelidad ha dinamitado la amistad entre ambos empresarios, que databa de antiguo. En 2015, Musk regaló a su amigo uno de los primeros automóviles eléctricos fabricados por Tesla.

Se desconoce el monto de las inversiones personales de Brin en las empresas de Musk, cuya fortuna está valorada en 242.000 millones de dólares. Brin está siete puntos por debajo de su rival en la lista de mayores fortunas del mundo, el octavo más rico gracias a un patrimonio neto de 94.600 millones de dólares. Se ignora también si la desinversión se ha producido total o parcialmente.

Musk es carne de titular. No solo por su ruidoso desempeño empresarial, con recurrentes polémicas sobre la seguridad de sus coches, o como demuestra la anunciada y luego cancelada compra de Twitter; o por la polvareda que levanta en la red social, defendiendo la libertad de expresión, incluso la devolución de la cuenta a Donald Trump, a la vez que apuesta por el partido republicano. Su vida privada es un filón de noticias y este affaire con Shanahan, la última de una serie de revelaciones muy jugosas para la prensa rosa… y la de color salmón.

A principios de este año se supo que en noviembre había sido padre de gemelos con Shivon Zilis, una alta ejecutiva de su empresa de inteligencia artificial Neuralink. El nacimiento de los gemelos se produjo pocas semanas antes de la llegada al mundo de su segundo vástago con la estrella del pop Grimes, una niña llamada Y (el hijo mayor se llama X, apócope de X AE A-2). El egocéntrico magnate se tomó con humor el pluriempleo paternal, tuiteando: “Haciendo todo lo posible para ayudar a la crisis de la despoblación”. Musk tiene nueve hijos (reconocidos) en total: cinco con su primera esposa (los tres más jóvenes, nacidos en 2006); los gemelos y los dos retoños con Grimes, de la que se separó hace meses.

Con Amber Heard, ex esposa de Johnny Depp, mantuvo una relación cuando el actor y ella ya se habían divorciado, pero la aventura se utilizó en contra de la actriz en el tormentoso y mediático juicio por difamación, en el que Heard fue despedazada por la opinión pública. Sobre Musk también se cierne el oprobio del acoso sexual. Según el portal Insider, su compañía de viajes espaciales SpaceX pagó a una azafata 250.000 por su silencio sobre el supuesto acoso sexual de su jefe en 2016. Musk calificó las acusaciones de la trabajadora de “totalmente falsas” y dijo que estaban destinadas a interferir en su operación de compra de Twitter, un enredo propio de vodevil que el propio magnate alimenta sin necesidad de terceros.

El devaneo de Musk con Shanahan se produjo en diciembre durante la feria Art Basel en Miami, tras de la cual Musk aprovechó otro evento para pedirle perdón de rodillas a Brin, según el Journal, que destaca la infidelidad en su portada. Brin y Shanahan están negociando los términos de su divorcio y ella aspira a lograr mil millones de dólares, subraya el diario, pese a la existencia de un acuerdo prematrimonial cuyas cláusulas son, de momento, un secreto.

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