Efecto “Bola de Nieve”

Una avalancha es una gran masa de nieve, hielo, rocas y otros materiales que se desliza rápidamente por la ladera de una montaña. Estas avalanchas pueden ser peligrosas y causar estragos debido a su velocidad y fuerza.

Así que, aunque una bola de nieve pueda parecer inofensiva al principio, su crecimiento y aceleración pueden convertirla en un riesgo significativo.

El ejemplo “bola de nieve” es usado por los economistas cuando a una deuda, por pequeña que sea, le van sumando intereses sobre intereses y la tornan impagable.

Ahora, el término se ha puesto en boga para significar lo que el Estado genera con sus constantes aumentos de tarifas, que empezaban siendo pequeñas para ir transformándose en más grandes y que ahora ya son de avalancha pues aumentar sobre tarifazos anteriores dejan a millones de argentinos bajo el umbral de la pobreza.

Que se anuncie un aumento del gas del 400 %, parece bastante loco, pero más lo es que hay otras campanas que dicen que puede llegar al 1000 %.

Si de energía, hablamos, ya las boletas son prácticamente impagables y se anuncian subas del 127 % entre febrero y marzo, como las boletas llevan un proceso de lectura y carga del medidor, es probable que la última boleta no haya sido cargada todavía con el super aumento.

Se ha verificado en estos últimos cinco meses que los argentinos somos un pueblo manso, sumiso y las últimas encuestas dicen que el presidente que impulsa los aumentos goza de un porcentaje de aprobación de la mitad de la población, es decir los flagelados por los aumentos, aplaudimos a quien, con sus políticas, nos castiga.

De tal manera que el otro 50 % que no quiere ser castigado, protesta pero vamos como ovejas al matadero, a pagar las facturas ante el riesgo que corten los servicios y ese desembolso, genera la creencia de que “pueden pagar” y que nos pueden succionar aún más, en la creencia de que todavía nos queda “resto”, aunque sea a costa que tengamos que dejar de comer para satisfacer la voracidad estatal.

El plan de ajuste de Javier Milei comenzaría a pegar verdaderamente duro entre abril y mayo, y, de hecho, el clima social comienza a reflejar ese estado de cosas. El Caputazo, aplicado por cirujanos un tanto desaprensivos en el manejo del bisturí, se advierte ya llegó al hueso y sigue. Milei afirma haber venido para terminar con muchas cosas, desde privilegios hasta corruptelas, pero lo único que parece realmente encaminado a liquidar es la clase media. La “bola de nieve” no genera chispa, es helada como corazón de político de derecha, pero si este modelo generara alguna chispa y el efecto puede ser catastrófico, de fuego.