Mutantes, el futuro

Ya no hay cargas de caballería, ni siquiera los duelos aéreos de los aviones de la segunda guerra, enfrentados en el aire, a morir o vencer. Hoy, los desastres de los impactos se conocen después en gente destrozada y niños llorando, en infraestructura de hospitales, carreteras, puentes y usinas explotadas en una demencial fiebre de causar daño, cuando más, mejor.
Las Naciones Unidas han fracasado, la OTAN, solo sirvió para dar armas a Ucrania y ampliar la guerra, convirtiéndola en la antesala de la tercera guerra mundial, que de hecho, ya está en marcha. Recursos que podrían haber sido empleados para vencer las enfermedades que permanecen incurables o mejorar la calidad de vida de millones de personas se gastan en municiones y armas. Los traficantes hacen su negocio y personas que pasarían a la historia por ser gobernantes de un gran país, serán considerados por la posteridad como asesinos.
Ucrania es hoy un país devastado, con miles de bajas, refugiados y desplazados internos y la certidumbre de que el ataque desencadenado por Rusia ha desbaratado todas las previsiones de futuro a escala global hechas antes del 24 de febrero de 2022. Al mismo tiempo, el apoyo occidental dispensado a Volodimir Zelenski ha impedido que la invasión progresara y ha hecho que, frente a los pronósticos iniciales de una victoria cierta de Putin, se multipliquen las posibilidades de Ucrania.
Rusia cuenta con bombas nucleares tácticas que ya han sido desplegadas en territorio bielorruso en respuesta al anuncio británico de que entregará munición con uranio empobrecido al Ejército ucraniano.
Se trata de bombas de entre 1 y 50 kilotones instaladas en proyectiles con un alcance de hasta 500 kilómetros.
Para tener una idea de su magnitud podemos recordar que la bomba lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima en 1945 era de 15 kilotones y fue lanzada desde un bombardero. Las armas nucleares tácticas sin embargo pueden ser lanzadas en el caso de Rusia desde buques, aviones e incluso por fuerzas de tierra.
Son mucho más destructivas que una cabeza convencional aunque tengan la misma energía explosiva y provocan una contaminación por radiación que afecta al aire, el suelo, el agua y la cadena alimentaria, informó Europa Press.
Este tipo de armas nucleares tácticas no se incluyeron en ningún acuerdo de control de armas nucleares y las de alcance medio solo estaban en el tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Medio, vigente de 1987 a 2018.
Si Putin se ve acorralado puede sucumbir a la tentación de lanzar una bomba atómica y esto desencadenaría de inmediato la respuesta de la OTAN con un ataque masivo contra Moscú con millones de víctimas y esto, sería el fin de la humanidad, al menos como la conocemos hoy, los sobrevivientes, serían los mutantes.