Esperando el despliegue

Cuando los pedidos son diez o veinte la ayuda llega rápido, cuando aumenta a centenares o miles, la respuesta es lenta y muchas veces no alcanza a llegar por el agotamiento de los recursos del Estado.
Mucho se habla de la descentralización del gobierno y esto en Concordia ha tenido éxito en los Centros de Atención Médica ubicado en los diferentes barrios, algunos dotados de ambulancia para traslado hacia el Masvernat y personal disponible para atender el primer nivel de atención, quien necesita una vacuna, una nebulación, una curación, encuentra siempre un profesional para atenderlo, esto descomprime las guardias de los hospital, siempre colapsadas.
En el caso de las necesidades básicas de los barrios, como la alimentación para quienes lo necesitan, están los comedores comunitarios que cumplen igualmente una función esencial por el cual nadie debería pasar hambre y todos estar cubiertos en un nivel básico de alimentación.
No quiere decir que deberíamos contentarnos con esto, por el contrario, ese debe ser el piso y de ahí superarnos día a día para mejorar el nivel de vida y esto ,en poblaciones como la nuestra, se logra a través de las Comisiones Vecinales que cuando funcionan bien, son faros de luz para los habitantes de los barrios.
Al presidente de la Comisión es donde acuden los vecinos para decirles que cuando se inundan es porque el cauce del arroyo “tal” se desboca; que la calle “tal” se inunda porque hace meses que no se la perfila, que la basura queda desparramada en la calle, porque hace falta un contenedor en “tal” lugar y pueden tener un control estricto y enfocado en las manzanas que administra como delegado de sus vecinos para gestionar la ayuda.
Es que es más fácil atender a 50 presidentes de comisiones vecinales que a miles de solicitantes de ayuda que simultáneamente piden que le lleven tal o cual cosa ante una emergencia, tal pandemónium no puede ser atendido por un sistema de respuesta que no está preparado para eso y que no lo estará en un futuro próximo porque hay que entender que navegamos en aguas turbulentas con una frágil embarcación que tiene abiertas algunas vías y necesita “achicar” el agua para no naufragar.
Aún así, el Estado tiene posibilidades de mejorar el sistema de atención de los vecinos ante situaciones catastróficas individuales o comunitarias acotadas a un barrio determinado. Debería contar con una unidad de despliegue rápido como “bomberos” de situaciones extremas, con capacidad para solucionar problemas sociales en forma inmediata. Muchas veces con poco se puede hacer mucho y hay veces que la contención, el acompañamiento y la cercanía obra milagros y la gente prefiere que le echen una mano cuando la necesita antes que le prometan la ilusión de ser ricos mañana, prefieren ser dignos pobres pero atendidos, hoy.