Encontraron huesos de perezosos de 20.000 años de antigüedad en una tosquera de San Pedro

Se encontraron piezas óseas de cierta especie de perezosos que permiten revisar el interior de la dermis de estos animales. Así, el descubrimiento permitió identificar una estrategia de defensa ante el ataque de sus depredadores que generaba una especie de "malla" flexible pero muy resistente.

Ciencia & Tecnología 13/03/2022EditorEditor
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Centenares de piezas óseas que estaban en el interior de la dermis de perezosos de unos 20.000 años de antigüedad fueron encontrados en una cantera de extracción de tosca por un equipo de paleontólogos que trabajan en el partido bonaerense de San Pedro, informó el sábado el Museo Paleontológico de ese distrito.

Las pequeñas piezas óseas, cuyo tamaño varía entre los 2 y los 12 milímetros de diámetro, fueron observadas en sedimentos cuya antigüedad para la zona se estima superior a los 20.000 años.

El descubrimiento fue realizado en el predio de la firma Tosquera San Pedro, ubicado a unos 5 kilómetros del casco urbano de San Pedro.

"Los osteodermos, como se denomina a estos pequeños huesillos, eran formaciones óseas que generaba la piel de ciertos géneros de perezosos prehistóricos gigantes como los Milodontes y los Glosoterios aunque estaban ausentes en otros perezosos gigantes como megaterios y lestodontes", dijo José Luis Aguilar, director del Museo.

Aseguró además que entre los tejidos de su gruesa piel, "estos animales desarrollaban estas bolitas duras como una estrategia de defensa ante el ataque de sus depredadores que eran como paquetes de células que crecían hasta alcanzar el tamaño de un poroto, para luego terminar generando una especie de `malla´ flexible pero muy resistente".

Indicó que se descubrieron 770 de estas diminutas formaciones óseas.

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Luciano Brambilla, investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de Rosario, dijo que “el hallazgo en un yacimiento de un cúmulo de osteodermos denota la presencia de un animal tipo milodontino, ya que estos osteodermos recubrían prácticamente todo el cuerpo de ese grupo de perezosos gigantes en Argentina al final del Pleistoceno.

"Hay evidencia de recubrimiento en los pies, la cola, el torso y cabeza. Su función precisa se continúa revisando ya que, además de funcionar como una armadura para reforzar la gruesa piel de estos animales, se los ha señalado como reserva de calcio en estos grandes mamíferos", dijo el científico.

En la muestra se destacan las formas globosas y bordes redondeados entre los que se presentan excepciones de bordes más agudos que, en conjunto, pueden ayudar a caracterizar al género de perezoso al que pertenecieron.

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