Los casos de violencia mafiosa en Rosario no cesan. En la noche del viernes se produjo un nuevo homicidio con sello sicario: un adolescente de 15 años murió acribillado en el barrio de Fisherton, en la zona noroeste de la ciudad santafesina. Además, otro joven que lo acompañaba resultó herido. De esta manera, el departamento rosarino alcanzó los 114 crímenes en lo que va del año, casi la mitad de los registrados durante todo 2021.

El ataque ocurrió alrededor de las 23 horas del viernes en la calle Franklin al 7.900, a metros del cruce con Tarragona Bis, y tuvo una mecánica habitual: las víctimas se encontraban reunidas en la vía pública cuando por el lugar pasó un auto de color oscuro desde donde les dispararon varias veces. Alan Tolosa, de 15 años, fue alcanzado por varios balazos y su amigo, identificado como M.A. (18), sufrió heridas en un brazo.

De inmediato, el chico de 15 años fue trasladado por sus familiares al policlínico San Martín. Luego lo derivaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde falleció poco después, informaron fuentes judiciales. Por su parte, M.A. fue atendido por la herida en su brazo. Está fuera de peligro.

La investigación del caso está en manos del fiscal de Homicidios Dolosos, Ademar Bianchini, quien solicitó el relevamiento de cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona del crimen y la toma de testimonios a familiares de la víctima fatal y vecinos de la zona.

Mientras se esperan los resultados de la autopsia a la víctima en el Instituto Médico Legal, la Policía busca un auto de color negro cuya marca y modelo se reservan para no entorpecer la investigación, aclararon desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Uno de los datos que manejan los investigadores y trascendió es que los disparos partieron desde la parte trasera del vehículo, en el cual se presume que viajaban tres ocupantes.

Los homicidios en Rosario se acumulan semana tras semana. En ocho de cada diez crímenes registrados este años hubo “un componente de planificación”. Además, la mitad fue por encargo.

Dentro de las víctimas hay bebés de un año y nenes que quedaron en medio de las ráfagas de tiros, como en los casos de los tres triples crímenes de este 2022, ocurridos a fines de enero, a mediados de abril y el último, el 6 de mayo, cuando las víctimas fueron un joven de 26 años, su pareja de 25 y la hija de ambos, de 6.

El último informe del Observatorio de Seguridad Pública santafesino indica que entre enero y abril, alrededor del 7 por ciento de las víctimas no fueron las principales destinatarias de los tiros mortales.

Además, sostiene que más de la mitad de las muertes se dieron en el marco de “organizaciones criminales y/o economías ilegales”. Y añade que en Rosario “se observa un componente de planificación (aunque sea mínima) en el evento homicida” en ocho de cada diez asesinatos.

En ese contexto, el organismo provincial que analiza la criminalidad de Santa Fe señala que en Rosario la mitad de los homicidios fueron cometidos –según las causas en curso– por encargo.

Los principales territorios donde se focalizan los asesinatos en Rosario son la zona Sur; Oeste y Noroeste. Según los homicidios de este año, los barrios más “conflictivos” son Tablada, Las Flores, y el complejo de Fonavi de Grandoli y Gutiérrez (zona Sur); Villa Flammarión (Sudoeste); Villa Banana, Triángulo y Godoy (Oeste); Ludueña, Larrea, Nuevo Alberdi y Empalme Graneros (Noroeste). Queda fuera del “área crítica” el microcentro de la ciudad: allí hay más presencia de las fuerzas de seguridad.

En los barrios Ludueña y Empalme Graneros es donde mayor nivel de violencia se puede apreciar. Se da, particularmente este año, debido una disputa entre los cabecillas de presuntas organizaciones identificadas con Los Monos o Esteban Alvarado.