
Saltamos de alegría, bajó la pobreza un 8,7 % y ahora pasamos a ser la segunda ciudad más pobre del país.
Los optimistas dirán que bajamos dramáticamente la pobreza en seis meses del indigno 65,8 % a un poco menos catastrófico 57,1 %, aunque estas cifras de más de la mitad de la población bajo el nivel de pobreza nos posiciona otra vez en el podio y en segundo lugar del país como una de las ciudades -la segunda- más pobre del país.