El árbol de la vida

La Biblia, en Proverbios 15:4, "La lengua que brinda alivio es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu". Con tantos temas picantes entre manos, los concejales tienen tiempo para dedicarse ,además de la emergencia sanitaria por el dengue, tarde, cuando ya tenemos más de cuatro mil casos y debían haber hecho algo para enfrentar la pandemia antes que estalle, ahora cuando vemos que hay tantos casos, dedicarnos al árbol de la vida, es como estar bailando en la cubierta del Titanic, mientras el buque se hunde.

Editorial 22/03/2024 TABANO SC
ARBOL

“Lo esencial es invisible a los ojos” es una frase autoría de Antoine de Saint-Exupéry. Significa que el verdadero valor de las cosas no siempre es evidente.

La frase “lo esencial es invisible a los ojos” se encuentra en el capítulo 21. En este capítulo, el principito, que se encuentra explorando la Tierra,(por San Carlos) se topa con un zorro. Empiezan a conversar y entrar en confianza. Entonces el zorro pide al principito que lo domestique, y le explica que ser domesticado significa que él será único para él, que serán amigos y se necesitarán y que, al momento de despedirse, se entristecerán y luego se echarán de menos.

Ambos, el zorro y el principito, trabarán amistad. El zorro dará al principito lecciones sobre la vida y el amor. El principito le contará sobre su rosa, a la cual ha dejado en su planeta para hacer su viaje por el universo, le referirá que la ha cuidado y regado, y que ahora la extraña.

El zorro, entonces, invitará al principito a ver una multitud de rosas que hay un jardín. El principito se da cuenta de que ninguna de ellas podría reemplazar a su rosa, aunque todas ellas sean idénticas a ella. Entiende el principito que su rosa es única porque la ha domesticado, y lo que la ha hecho importante para él ha sido todo el tiempo que ha pasado con ella.

El zorro, entonces, se da cuenta de que el principito está listo para oír su secreto, una enseñanza muy importante que hará al principito comprender lo que le ha pasado. Le dice el zorro: “solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”.

Ver el árbol de la vida de la  Peatonal sin saber lo que representa, es ser indiferente a lo esencial que, verdaderamente, es invisible a los ojos.

En la mitología celta, el Árbol de la Vida, representa los hilos invisibles que conectan todos los elementos del mundo. Las raíces descienden hacia el inframundo (el mundo de los muertos) y conectan con los antepasados. El tronco representa el plano terrenal donde vivimos el aquí y ahora. Las raíces y las hojas se elevan hacia el plano divino y espiritual.

Los celtas solían plantar un árbol en el centro de los nuevos poblados, como símbolo de seguridad e integridad. Los pactos, bodas y otras celebraciones se realizaban a la sombra de este árbol, que tenía un papel relevante en la vida cotidiana de la comunidad.

Por otra parte, para los celtas, los árboles también constituían una manera de predecir el futuro. 

Los druidas (sacerdotes que poseían el saber sagrado y profano) los observaban desde las raíces hasta la copa porque consideraban que la naturaleza tenía una inteligencia infinita que permitía anticiparse a los hechos. También creían que un árbol ubicado en el interior de cada hombre y cada mujer les hacía desarrollar sus conocimientos.

En el cristianismo, el árbol de la vida aparece en varias partes de la Biblia. "Y el Señor Dios hizo brotar (…) el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal" (Génesis 2:9).

El primero representaba la vida eterna, pero Adán y Eva comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y fueron expulsados del jardín del Edén.

En Apocalipsis 22:14, dice "Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad". 

En la tradición judía, muy respetada ahora por los libertarios, tras la conversión de Javier Milei al judaísmo, posee un significado más parecido al de la cultura celta. El árbol une al hombre con Dios, con raíces en la tierra y ramas que tocan el cielo. En la cábala es un símbolo de diez esferas (sefirot) y 22 caminos o senderos. Cada uno de ellos (sefirá) acerca a la comprensión de Dios y de cómo creó el mundo.

Ahora, ver el árbol de la vida, sin interpretarlo o peor aún, tratar de sacarlo porque lo donó “Calucho” en honor a las mujeres y especialmente a Laura, su compañera de vida, que era no solo para él, sino para todos, una mujer extraordinaria, legisladora de la nación, alma mater de tantos emprendimientos sociales en favor de los naides que eran muchos y ahora son más, mujer que supo bancarse el peligro de morirse antes de tiempo si tenía a Enrique, por una afección cardíaca, el árbol de la vida es más que un árbol metálico insertado en el corazón de la peatonal.

Yendo al costado de los mercaderes y fariseos. Bien podrían vender un argumento en una parada del tour turístico “este es el árbol de la vida que fue donado por un empresario metalúrgico que fue legislador, dos veces intendente, presidente de la CTM y lo donó en honor a las mujeres y en especial a Laura su mujer, quien también fue Senadora de la Nación, madre de Enrique, dos veces intendente de Concordia, actual legislador de Entre Ríos y, tal vez, futuro gobernador de Entre Ríos”, hasta podrían vender los símbolos metálicos que fabrican los chinos y distribuyen en todo el mundo, claro eso sería en CONCORDIA, no en el mensaje insidioso de la  INCORDIA de los miopes.

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