Desde el búnker

Si bien no sufro de claustrofobia, prefiero las alturas, y en lugar de estar enterrado, mi bunker está sobreelevado y dispongo de una salida al exterior hacia una terraza que es cuatro veces la superficie del bunker y desde donde puedo divisar el ingreso de cualquier intruso.

Cinco perros, de diferentes razas, la mayoría, de su propio nombre “perro” cuidan la parte inferior del búnker y arriba dos gatos pugnan por meterse dentro de las cajas con papeles y subirse a cada tanto a la cama, de hecho el bunker es dormitorio-oficina-sala de entretenimientos y comedor. Una computadora VAIO con conexión a Google y CHATGPT mantienen mi conexión con el mundo exterior y me permiten, todos los días, hacer mi trabajo desde el búnker sin tener que trasladarme hasta la redacción.

Los días aquí, parecen casi todos calcados unos de otros, debo preguntarme, por ahí, en qué día estamos viviendo, si es viernes o domingo y relojeo la esquina derecha de la PC donde está la hora y el día. Ahora, son las 19:30 y el día es el 1 de mayo de 2023, el Día de los Trabajadores, que me encuentra aquí sentado frente a la computadora tratando de contactarme con usted, enviándole un mensaje que sirva para algo.

Como no puedo evadirme y tomar un avión a Arabia Saudita como hizo Messi tras los silbidos, vamos a referirnos al Gran Acuerdo Nacional que propone Esteban Bulrrich y que tiene un título que nos toca de cerca porque habla de “la Concordia”.

Envié la nota para ser publicada en dos páginas de nuestra edición de este martes por lo cual, en lo periodístico, hemos cubierto el tema, en lo editorial y en tren de opinar, lo que hizo Esteban fue en conciencia un llamado serio y contundente a la unidad nacional y como tal ha sido interpretado por casi toda la oposición, incluso aquellos sectores que no comulgan con las ideas de Juntos por el Cambio, como la de Juan Grabois, líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular  y del Frente Patria Grande, quien estuvo presente junto a dirigentes políticos, empresarios, sindicalistas y miembros de la sociedad civil de todo el espectro ideológico, en San Nicolás.

"Se necesita diálogo. Las relaciones humanas se construyen con respeto", afirmó el exsenador de JxC y es absolutamente cierto que si lográramos poder comunicarnos sin agresiones, ni reservas mentales, podríamos hacer mucho por la convivencia social y política argentina que vive momentos turbulentos donde no se veían puntos de encuentro, si no, todo lo contrario. Esteban ha contribuido, desde su corazón, a intentar una misión casi imposible pero a la que no hay que descartar: la unidad nacional.|