NUNCA MÁS

Lo que permitió cambiar de lugar de residencia a varios de los militantes que estaban en las listas para ser detenidos, dificultar su aprehensión o huir antes de ser hallados.
El amanecer del 24 parecía un día igual a los de marzo de aquellas épocas, nadie imaginaba que se cernía sobre la Argentina la más larga noche de la que se tuviera memoria y cuyos efectos todavía los estemos padeciendo, mientras que muchos no tuvieron esa suerte y fueron asesinados.
En Concordia, se dio un desproporcionado movimiento de tropas y fuerzas policiales que rodearon las manzanas de las casas de los “enlistados” y golpearon fuerte con intención de voltear las puertas sino salían, uno a uno fueron llevados a la Departamental de Policía, otros al Regimiento y de aquí a la UP3, todos aquellos que militaban en cualquier “ismo”.
Se vivieron escenas de extrema e innecesaria crueldad. Algunas personas fueron golpeadas, otras torturadas y se efectuaron simulacros de fusilamientos como para aterrorizar a los detenidos.
Don Enrique, en tanto, era detenido en La Picada y ordenó a su custodia que no repeliera el arresto. En Concordia eran detenidos todos sus compañeros, los amigos y los empresarios que tenían contratos con el Estado que recibiría por aquellas épocas el epíteto del “grupo Concordia” como José Racca , su colega González y su socio Correa, obviamente, sin juicio ni orden de detención de ningún juez.
Los secretarios de los sindicatos más importantes fueron detenidos esa misma noche y así cayeron presos varios de los hombres que dirigían la CGT regional Concordia: Lito Rodríguez, líder del gremio de la Alimentación, Luis Ponti, de los Mercantiles y otros sindicalistas eran llevados para ser “ablandados” en algunos lugares clandestinos como el campo de Polo, el Club de Caza y Tiro, la Departamental de Policía, el regimiento y la UP3.
Hubo muchos, demasiados colaboracionistas, algunos porque tenían en el alma ese afán de torturadores y otros porque no se animaron a decir ni “a” y pronto la IN JUSTICIA, juraría por el Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional. Algunos pocos, renunciaron y el resto, hacían la venia o no tramitaban los recursos de hábeas corpus que algunos muy pocos abogados tramitaban y que obviamente no tenían resultado alguno.
En Concordia, hubo asesinatos, en traslado de detenidos y en la UP3, algunos de estos detenidos eran jóvenes uruguayos que habían sido detenidos a trasladados a la cárcel donde fueron ferozmente torturados y en esa tarea, se les fue la mano y mataron a una chica y a un joven.
Los internos de la UP3 veían ingresar un Peugeot en cuyo baúl, traían detenidos que luego se sentirían sus alaridos de dolor al ser cruelmente torturados durante la noche. El castigo a estos crímenes fue tardío y hasta hoy se hacen juicio donde los torturadores llegan en sillas de ruedas a sentarse en el banquillo de los acusados cuando cometieron delitos de lesa humanidad, decir hoy NUNCA MAS, es poco.