Para la joven que lo mandó preso es inocente, pero saldrá de la cárcel recién en el 2033

Para la Justicia es un “caso cerrado”: ya fue condenado y está purgando la pena en la Cárcel “El Potrero” de Gualeguaychú.
La Investigación Penal Preparatoria se inició en el 2017 y tuvo diversas idas y venidas como todas las causas penales, pero finalmente, Claudio Oscar Bogado fue condenado por la Sala Penal de Concordia a 12 años de prisión efectiva por abuso sexual gravemente ultrajante por su condición de guardador y abuso sexual con acceso carnal -cuatro hechos- agravado por su condición de guardador.
Luego, la causa fue en revisión a Casación y allí la confirmaron en su totalidad, ni un día más, ni uno menos de prisión.
En consecuencia, Bogado pasó a ser un interno más del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, siendo trasladado a la Unidad Penal “El Potrero” de Gualeguaychú.
Conforme al cómputo de pena, el interno debe estar confinado en la cárcel hasta el 2 de junio de 2033, salvo que logre que le rebajen la pena por buen comportamiento con lo cual saldría alrededor del 2030.
Mientras tanto, salió a declarar a los cuatro vientos la menor supuestamente abusada por Bogado cuando tenía 14 años (su hijastra) y ahora con 19, alega que mintió y pide perdón.
Para el Jefe de la UFI Concordia, José Costa, esto ocurre a menudo y dice que “es de manual”, las víctimas de abuso muchas veces se desdicen por distintas circunstancias e insinuó que “muchas veces están coaccionadas a actuar así”.
Si verdaderamente fuera cierto lo que ahora pregona la supuesta víctima, habría un inocente preso.
Sin embargo, esto no quita el sueño a nadie de la Justicia. Su trabajo ha sido hecho, el caso se ventiló dos veces y en las dos el acusado fue condenado. No hay tu tía, y debe seguir en la Cárcel Granja de “El Potrero”.

Consultados algunos abogados penalistas dieron diversas opiniones, aunque todos dijeron que “es muy difícil” revertir dos condenas consecutivas y lograr que esos juicios queden nulos por “cuestión írrita”.
A eso se suma que el condenado no cuenta con recursos como para poner a trabajar a un abogado penalista que estudie concienzudamente el caso y pueda mover los resortes judiciales para retrotraer su situación a la que tenía antes de ser acusado.
Un defensor oficial podría tomar el caso, pero están sumamente ocupados por el día a día. Y enfrascarse en lo que se llama un “caso super difícil” y en un tema que no resulta muy agradable como la violación a una menor de edad, no tiene un buen pronóstico.
En consecuencia, Bogado -culpable o inocente- deberá seguir purgando su pena hasta que la cumpla. Aunque nunca se sabe. Los casos más difíciles, a veces, se resuelven antes de lo esperado y el preso puede recuperar su libertad.
Mientras tanto, su presunta víctima sigue visitando medios de prensa para alegar que mintió y pedir perdón porque con su mentira mandó a su padrastro a purgar una docena de años de cárcel por un delito que -según ella- no cometió.
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