La isla cumple años y nadie sopla la velita
Se trata de una cloaca a cielo abierto ubicada en la esquina de Paula Albarracín y Crisóstomo Gómez que despide olores nauseabundos.

"Pasaron algo así como dos años y nunca vinieron a reparar la pérdida de las cloacas", manifestó una vecina del barrio a diario EL SOL.
"Primero empezó con la boca de tormenta, después se rompió todo este pedacito de asfalto que tenemos", dijo. "Luego hicieron un asfalto todo mal hecho y revientan las cloacas", continuó diciendo la vecina indignada.
Sobre Crisóstomo Gómez y Albarracín en los desperdicios creció la desidia y también las plantas, por eso los vecinos bautizaron con el nombre de "La Isla" a la fabulosa pérdida de residuos cloacales.