Fuentes vinculadas a la investigación dialogaron con diario EL SOL y, más allá de los datos que no pueden tomar estado público por el contexto de la investigación, confirmaron a este medio que uno de los cuatro involucrados en el asalto a la vivienda de Villa Adela es mayor de edad y, los otros tres, son menores.

Al respecto, vale remarcar que el mayor de los jinetes se trata de Adrián “Peke” Bonasola, de 27 años, y fue detenido e imputado por el presunto delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego” durante los últimos minutos de la noche de este viernes en una serie de allanamientos con resultados positivos en tres viviendas de Concordia.

Parentesco entre victimarios y víctimas

Asimismo, las fuentes confiaron a este medio que Bonasola “es primo hermano de la esposa del denunciante del hecho”. En este punto, cabe recordar que tanto el denunciante –Javier Ruiz Díaz- como su esposa se encontraban en la vivienda cuando fueron abordados por los cuatro jinetes armados, por lo que ambas personas fueron víctimas de los delincuentes.

Respecto a los otros tres involucrados, las fuentes manifestaron que “dos de ellos son menores de entre 13 y 14 años”. El menor restante “tiene 16 años”. Ninguno de ellos se encontraba en los domicilios allanados este viernes. 

Los menores de 13 y 14 también tienen una relación de parentesco con las víctimas al ser “hijos de una tía de la esposa del denunciante”.

¿Amedrentar una vivienda a  tiros para robar un ternero de un año de edad?

De acuerdo a las averiguaciones realizadas por estas páginas, el vacuno que presuntamente intentaban robar los malvivientes se trata de un ternero guacho de un año de edad al cual la familia lo llamó “Lolo”.

Las investigaciones apuntaron, en un principio, que el asalto se había perpetrado con el objetivo de robar el animal. Sin embargo, expertos en este tipo de robos explicaron a diario EL SOL que “los cuatreros se movilizan de otra forma: son sigilosos, no violentos, ni pretenden confrontar a los propietarios de los animales que van a robar. En otras palabras: tratan de ser lo menos notable posible para perpetrar el robo con éxito”. 

En contraposición, “los jóvenes que ingresaron al domicilio a caballo eran todo lo contrario: fueron violentos incluso en la forma en la que entraron a la vivienda, pateando el portón y haciendo ruido, con los perros ladrando en todo momento”. El experto dejó una puerta abierta a la duda de que los malvivientes hubieran ido a la vivienda con fines de robo solamente. 

Mientras tanto, las investigaciones continúan en curso para esclarecer el hecho de violencia registrado en las primeras horas de este viernes en el barrio sureño de Concordia.

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