En diálogo con cronistas de diario EL SOL-Tele5, el fiscal que entiende en la causa, el Dr. Fabio Zabaleta, explicó que el jueves de "la semana que viene iniciamos el debate sobre el hecho que tiene como víctima a Lilian Godoy, y como imputado a Rafael Soto".

"Sobre el pedido de pena es por el delito del acusado por un homicidio agravado en concurso real, con la tentativa de homicidio agravado, esto no admite otra pena que no sea la perpetua y esa es la pena que va a pedir la fiscalía", adelantó. 

Del mismo modo, el fiscal advirtió que ya se agotaron las instancias para realizar un juicio abreviado. “Hubo algunas conversaciones, pero no se llegó a ningún acuerdo y hoy estamos a las puertas del inicio del juicio". "El imputado es representado por un defensor oficial, el Dr. Garaycochea”, agregó Zabaleta. 

Posteriormente, el representante del Ministerio Público Fiscal fue consultado por estas páginas si el imputado en algún momento mostró arrepentimiento, a lo que señaló que "formalmente en el legajo nunca declaró, más allá de haberlo visto en todas las audiencias que hemos tenido, pero no declaró nunca, que es donde yo me puedo apoyar en alguna declaración. Es parte de la estrategia de la defensa". De todas maneras, "el hecho de no declarar no significa nada", aclaró.

"Está previsto para los días jueves y viernes audiencia, y también para el martes y miércoles. Con lo que yo tengo proyectado en ese tiempo lo voy a poder terminar”, explicó el fiscal.    

El hecho

En la tarde del lunes 5 de agosto del 2019, Lilian Noemí Godoy llamó a un técnico tras constatar que no le funcionaba el lavarropas. 

Soto, que en ese momento tenía 25 años, acudió a la vivienda de calle Laprida y su intersección con Esteban Musetti para realizar las tareas de reparación del electrodoméstico. 

Allí, atacó cruelmente a la docente hasta matarla e hirió a su hija de 4 años golpeándola fuertemente en la cabeza, quien luego debió ser trasladada al hospital Delicia Concepción Masvernat por las graves heridas que presentaba. 

No conforme con esas atrocidades, el homicida intentó darse a la fuga tras robar pertenencias de la víctima, pero la Policía lo atrapó antes de que pudiera lograr su cometido gracias a los vecinos que alertaron a los funcionarios policiales al escuchar los gritos de la mujer.

Noemí, de 46 años, era profesora de Música y trabajaba en la Escuela Nina Juan María Gutiérrez.