La policía rusa ha detenido a decenas de manifestantes que protestaban en varias ciudades del país contra la guerra en Ucrania. Según el observador independiente ruso OVD-Info, hay más de 1.700 arrestados en más de 50 ciudades este jueves, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, iniciara durante la madrugada el ataque militar sobre el país vecino. 

En Moscú ha habido 600 detenciones, según la policía, datos que OVD-Info eleva a 965 personas arrestadas. En San Petersburgo hay al menos 434 detenidos y varias decenas en otras urbes como Ekaterinburgo. En su página web informan de los nombres de todos los arrestados y el lugar donde se han producido las detenciones.

Los manifestantes han marchado por los bulevares céntricos de la capital al grito de "No a la guerra". Entre los detenidos en Moscú por pronunciarse contra la guerra en Ucrania se encuentran la activista Marina Litvinovich, que ha denunciado ser detenida al salir de casa y la directora teatral Evgueni Berkovich. Las autoridades rusas han advertido contra la organización de acciones masivas no autorizadas y han afirmado que la infracción de la legislación puede acarrear distintos castigos, incluida la responsabilidad penal. En la manifestación de Moscú se ha visto incluso una bandera ucraniana.

Las protestas de este jueves tienen un especial valor por el alto coste de manifestarse en Rusia, donde las protestas no autorizadas pueden terminar con altas multas, persecución judicial o con la expulsión del puesto de trabajo o de la universidad. La represión ha ido en aumento en los últimos años, especialmente con opositores como los seguidores de Alexéi Navalny. En abril del año pasado, más de 1.700 personas fueron detenidas por exigir la liberación del líder opositor, que fue envenenado y detenido. De hecho, los arrestos de este jueves solo son comparables recientemente con aquellas protestas.