Tras el megaoperativo del jueves, Entre Ríos se confirmó como tránsito del narco internacional

Luego del secuestro de 433 kilos de cocaína en Basavilbaso del pasado jueves, quedó en evidencia que ahora los grupos narco utilizan Entre Ríos y la región para mover cargamentos de cocaína a nivel internacional.

Policiales26/09/2021EditorEditor
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Pero con un notorio cambio en los últimos meses: la provincia pasó de ser territorio de tránsito de los grandes cargamentos de marihuana, a serlo también de la cocaína, lo que presupone un dolor de cabeza por la operación de bandas narco no solo más poderosas económicamente, sino también con incidencia en el contrabando de exportación de esta sustancia a Uruguay y Europa.

La historia comenzó con un control de policías de la localidad de Pronunciamiento en un camino vecinal. (Una versión indicaba que hubo un llamado de un vecino que alertó la presencia de una camioneta en la zona, pero esto no fue confirmado). En una camioneta Chevrolet S10 iban tres hombres, a quienes los policías intentaron identificar, pero no obedecieron a las señales, los esquivaron y aceleraron. Eran las 7 de la mañana del jueves y se inició una persecución frenética por caminos y campos de la zona durante varios kilómetros.

Mientras se solicitaba la colaboración de móviles policiales para capturar a los prófugos, varios patrulleros iban persiguiendo y cercando el paso a los narcotraficantes que llevaban la caja del vehículo cargada con grandes bultos y se dirigían hacia el este. En un momento, tomaron por el camino vecinal que desemboca en la entrada del Palacio San José. Como se encontraron con el portón cerrado, doblaron hacia la derecha y emprendieron la huida hacia un campo lindero, atropellando el alambrado perimetral. Primero pisaron toda la siembra y luego se dirigieron por una zona de monte. El conductor iba esquivando espinillos hasta que la camioneta se estrelló contra un árbol. Los tres hombres se bajaron y siguieron el escape a pie.

Anteriormente, cuando le habían sacado una ventaja a los policías, detuvieron la marcha y descargaron los bultos con la droga. Por eso, cuando los efectivos policiales llegaron a donde se encontraba la Chevrolet S10 abandonada, la misma estaba vacía.

A esta altura, ya habían intervenido las autoridades de la Jefatura Departamental de la Policía, como el personal de Toxicología. En la inspección de la camioneta encontraron varios indicios de quiénes eran serían los prófugos y dónde se alojaban, ya que habían dejado documentación que señalaba que estaban parando en el hotel del barrio Parroquial de Basavilbaso. Esto motivó un allanamiento lo más disimulado posible a la habitación donde se alojaban, en la cual encontraron dinero (pesos y dólares) entre otras evidencias importantes para la causa. Y se montó una guardia camuflada en las inmediaciones con la esperanza de que los delincuentes regresaran al lugar.

Mientras, durante todo el jueves, se desplegó un amplio operativo en el lugar donde chocó la camioneta, tanto con pericias sobre el vehículo como con rastrillajes en ese campo y los linderos. Los perros de rastreo pudieron detectar el trayecto que hicieron los narcotraficantes desde la camioneta, lo que los llevó al lugar donde habían arrojado los bultos con la droga, y luego en otro sentido hasta que se perdió el rastro de los hombres, lo cual hace presumir que en ese sitio contaron con la ayuda de un vehículo que fue a su rescate.

Los 14 paquetes enormes que habían descartado contenían 433 kilos de cocaína en unos 400 ladrillos. Se trata de un cargamento histórico no solo para la provincia sino también para la región, ya que en el Litoral se han secuestrado importantes cantidades de este tipo de droga pero difícilmente alguno haya llegado a ese pesaje, al menos en los últimos años. El aforo del cargamento incautado es relativo ya que un precio es el que ponen los proveedores, otro los distribuidores y otro en los lugares de fraccionamiento y venta. Pero en la estimación de que el kilo está alrededor de seis mil dólares, el valor estaría en más de 2 millones y medio de dólares.

En medio de las tareas de búsqueda del jueves, los policías encontraron otra camioneta abandonada, que luego se estableció que era propiedad del mismo grupo narco. Estaba en la zona de la localidad de Herrera, cerca de la ruta 39, en un campo con un eucaliptal.

Finalmente, a las 6 de la mañana del viernes fueron localizados en Basavilbaso los prófugos. Iban en un remís Fiat Siena conducido por un hombre de la localidad, de regreso al hotel. Los cuatro quedaron detenidos. En los dos salteños y el bonaerense de Tres de Febrero, se observaban las consecuencias de haber estado 23 horas deambulando por el campo, con la ropa dañada, castigados por el sol y el frío de la madrugada, además de hambrientos.

Los salteños son Rubén Tolosa, de 32 años, y Javier Vilte, de 39; el bonaerense es Martín Crespo, de 41, mientras que el remisero de Basavilbaso es Claudio Delelis, de 36.

En principio, se sospechaba que el remisero podría haber quedado pegado al procedimiento al subir a los pasajeros sin saber que eran prófugos. No obstante, otros indicios lo vincularían a los narcotraficantes. Además, Delelis cuenta con una condena por narcomenudeo, por lo cual no se estaría ante una sucesión de casualidades.

La principal hipótesis en la investigación es que la droga fue arrojada desde una avioneta a un campo cercano. Generalmente utilizan los aviones Cessna, que, según las variables de peso de la carga, la altura y el viento (entre otras) tienen una autonomía que la trama. Detalles del procedimiento de la Policía provincial que terminó con cuatro hombres detenidos por los 433 kilos de droga les permite cruzar la frontera de Paraguay, llegar a Entre Ríos y regresar.

Sobre el sitio del cual fueron levantados los bultos hay indicios que apuntan a un campo ubicado en Colonia Las Margaritas, que está ubicado a unos 10 kilómetros del lugar donde estaba el control policial y donde se produjo la evasión, y a 17 de donde fue hallada la camioneta chocada contra un árbol. Según esta misma hipótesis, el dueño de ese campo no tiene nada que ver con la operación narco, sino que el mismo fue utilizado ya que es una zona con escaso movimiento en esta época del año. Se estuvieron buscando huellas de vehículos que pudieron haber transitado para buscar el cargamento.

Por otro lado, una de las camionetas secuestradas, la Chevrolet S10, está radicada en Salta, cuyo titular es uno de los detenidos, y la Hilux en Buenos Aires, y aparece registrada a nombre de una empresa.

El destino de la droga es otra de las incógnitas en la causa, aunque la principal sospecha es que iban a llevarla a Buenos Aires, posiblemente para el posterior contrabando de exportación a Europa; aunque no se descarta que también sea distribuida en la vecina provincia.

Los 400 ladrillos de cocaína tenían la particularidad de tener una etiqueta con la marca “Bugatti”. Esto, como ha ocurrido en otros casos donde se ven distintos sellos en la droga, en principio no arroja nada riguroso, aunque sería la primera vez que se aparece ese nombre en Argentina. Lo que surge de una superficial búsqueda en internet, se registró en Ecuador en 2017 cocaína con el membrete Bugatti.

Fuentes policiales informaron que los elementos hallados en los primeros dos días de investigación son muy auspiciosos para poder dar con los eslabones superiores de la organización que planeó esta operación narco. Se indicó que los cuatro detenidos no serían los principales responsables, sino que actuarían como la mano de obra de los verdaderos dueños del cargamento. Documentación y la información hallada en los celulares podrían motivar nuevas medidas en los próximos días. Todo es materia de análisis en la Fiscalía y el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, que este lunes indagará a los detenidos. UNO

 

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