5 claves del éxito de Okupas, la serie más vista de Netflix

Con nueva música y la imagen mejorada, la producción protagonizada por Rodrigo de la Serna vuelve a estar disponible a más de dos décadas de su estreno en Canal 7. (Hay spoilers).

Interés General 26/07/2021 Editor Editor
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Okupas marcó un hito en la televisión abierta -desde la pantalla de la emisora pública, dato no menor- y en las ficciones argentinas. La vida de Ricardo (Rodrigo de la Serna), un chico de clase media que estudia Medicina y que casi por aburrimiento decide patear el tablero y comenzar la aventura de su vida, es el disparador para contar la historia de otros personajes y sus problemáticas.

Los 11 episodios que conforman la única temporada de Okupas (su director, Bruno Stagnaro, nunca pensó en una secuela) recorren la nocturnidad de Buenos Aires en pleno inicio del milenio.

Con esta línea temporal que hoy produce algo de nostalgia, vuelve a estar vigente la idea de una crisis personal que se amalgama con la de todo un país, de aquellas que con recurrencia se instalan en la Argentina.

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Aquí les acercamos las cinco claves del éxito de esta ficción que trajo un aire diferente a la producción de series en nuestro país.

1) La búsqueda de identidad

Un grupo variopinto forma parte de este cuarteto de amigos. Ricardo, el personaje central, se encuentra atravesando los 20 y tantos años, y decide darle un volantazo a su vida. Abandona su carrera de Medicina y asume la responsabilidad de cuidar una casona perteneciente a sus primos, ubicada en el medio de Buenos Aires. Está perdido: no sabe lo que quiere ni qué dirección darle a su futuro. Esta búsqueda de identidad es el alma de la historia. Un joven deambulando en la ciudad, en su nocturnidad, en la que comienza a coquetear con las drogas, la delincuencia y un mundo que nada tiene que ver con el cual se crio.

2) El relato de una crisis

La historia de Okupas cobra una relevancia más fuerte cuando nos enmarcamos en lo que fue aquella crisis social y económica que Argentina atravesó durante la entrada al nuevo milenio, y que estalló en diciembre de 2001. Con la mirada actual resulta curioso y vistoso escuchar que seis paquetes de velas salían $3,50, y los honorarios de un abogado, apenas $300. Esta historia es también el reflejo de esos años que inevitable y lamentablemente se repiten de manera circular en nuestro país.

3) El lenguaje tumbero y la marginalidad

Lo que más adelante se denominaría lenguaje tumbero forma parte del alma de esta serie. Uno de los personajes más pintorescos de la historia es El Negro Pablo (Dante Mastropierro). Cada frase era dicha con una intensidad y un realismo que resultaba todo un descubrimiento para quienes no estaban habituados a este tipo de léxicos. Con los años, el lenguaje se fue deformando y pareciera que quien peor hablaba, más valiente o corajudo era.

4) Amistad

Okupas también podría definirse como una historia de amor fraternal entre estos cuatro amigos. Una casona con una suciedad que incomoda y molesta de solo verla es el escenario para que estos cuatro chicos forjen un vínculo que entiende sobre lealtad y compañerismo, en las buenas y en las malas. 

5) La falta de oportunidades

Los 90 habían terminado y, con ellos, un sistema económico que había destruido la industria nacional. Empresas cerradas, profesionales sin trabajo que ponían un maxikiosko o un parripollo con una indemnización que los llevaba de nuevo a fracasar económicamente. En esta incertidumbre, miles de jóvenes emigraron en vistas de un mundo con más oportunidades. Acá, nuestros amigos de Okupas atravesaban todo este temor y la incertidumbre de no saber cómo iba ser su futuro. 

@diarioelsolconcordia

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