Las leyes que pidió Alberto Fernández para la prórroga de sesiones del Congreso enfrentan un panorama incierto

Los proyectos de impuesto a la renta inesperada, compre argentino y fomento a la agroindustria llevan meses frenados en la Cámara de Diputados por falta de consensos. Cuál podría obtener media sanción antes de fin de año.

Nacionales 14/11/2022 Editor Editor
Alberto Fernández
Alberto Fernández junto al presidente del bloque oficialista Germán Martínez y a la titular de la Cámara de Diputados Cecilia Moreau.

Antes de partir rumbo a Francia y a la Cumbre del G20, Alberto Fernández firmó el decreto para prorrogar las sesiones ordinarias del Congreso. A contramano de lo que muchos esperaban, descartó la posibilidad de eliminar las PASO y reclamó el tratamiento de leyes que están trabadas en la Cámara de Diputados desde hace meses debido a la falta de consensos.

“Sigo esperando que el Congreso trate el proyecto de impuesto a la renta inesperada. Si hay que modificar algo, modifiquemos, pero que no dejen de tratarlo, porque aquí, como consecuencia del aumento de los alimentos y de la energía en el mundo, varios han ganado mucho dinero inesperadamente”, dijo el Presidente en una entrevista con Futurock, antes de anunciar la prórroga.

Además del impuesto a la renta inesperada, desde la Casa Rosada también dejaron trascender que tenían especial interés los proyecto de Compre Argentino y fomento de la Agroindustria.

Sin la prórroga de las sesiones ordinarias, los diputados tenían hasta el 20 de noviembre para dictaminar los proyectos, lo que acortaba demasiado los tiempos y virtualmente imposibilitaba la media sanción de estos proyectos, que llevan varios meses circulando por diferentes comisiones. Ahora, con más tiempo para trabajar, la bancada que conduce Germán Martínez debe buscar la forma de destrabar las negociaciones. Una tarea compleja dada la debilidad política del Frente de Todos y las disputas internas de Juntos por el Cambio, que suelen entorpecer el diálogo con el oficialismo.

Según pudo saber Infobae, de los tres proyectos mencionados solo el de Agroindustrias tiene posibilidades reales de ser aprobado. El proyecto apunta consolidar el desarrollo de la cadena sectorial a partir de la promoción de nuevas inversiones, la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2030 y la incorporación de tecnologías de última generación a partir de una serie de beneficios fiscales e incentivos productivos.

La propuesta tiene el respaldo del ministro de Economía, Sergio Massa, ya que serviría para aumentar las exportaciones y generar divisas, tan necesitadas para fortalecer las reservas del Banco Central.

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El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, junto a Marcelo Casaretto, presidente de la comisión de Industria, y Ricardo Buryaile, de Agricultura

El oficialismo había intentado avanzar con el proyecto antes del debate del Presupuesto, pero no se llegó a un acuerdo con la oposición. Los reclamos para que se incluya una reducción de las retenciones empantanó las conversaciones.

Desde Juntos por el Cambio responsabilizaron al oficialismo por “dormir” el proyecto. De hecho, detallaron algunas de las modificaciones que propusieron para garantizar los votos, como incentivos laborales, simplificación de los beneficios de amortización acelerada, reducción del plazo para la amortización, reducción del período para el reintegro del IVA e incorporación de beneficios para las economías regionales.

Los sectores moderados de la oposición aseguran que con estos cambios el proyecto tiene posibilidades de salir. No obstante todavía hay diputados menos dialoguistas que insisten con incluir algún artículo sobre retenciones. En esa línea también presionarán los tres legisladores de Córdoba Federal.

Desde la bancada oficialista ya dejaron en claro que las retenciones no serán parte de la negociación pero aseguraron que hay “vocación de avanzar”. Aún así, podrían aprobar el proyecto en sintonía con los sectores moderados, que también reconocen que incluir las retenciones sería un peligro para la propia ley porque implicaría que no sea debatida en el Senado, donde el kirchnerismo tiene mayoría.

“Las retenciones no deberían ser un obstáculo. El problema es que el Frente de Todos no quiere votar leyes a favor del campo porque va en contra de su discurso”, resumió un diputado miembro de la comisión de Agricultura.

Hasta este viernes, no había en agenda ninguna reunión plenaria de Agricultura, Industria y Presupuesto. Solo queda un mes y medio. Aunque lo ideal sería obtener la media sanción antes para dejarle cierto margen de maniobra al Senado.

El panorama ya es más adverso para el proyecto de impuesto a la renta inesperada. Juntos por el Cambio, los liberales y libertarios han dejado en claro que no convalidarán ningún aumento o creación de nuevos impuestos. Desde el Interbloque Federal también rechazaron la iniciativa, por lo que las chances matemáticas del oficialismo son casi nulas.

En junio, cuando se presentó el proyecto, el Gobierno intentó sin éxito seducir a los bloques provinciales argumentando que lo recaudado por el impuesto serían coparticipable con las provincias. Desde el Ejecutivo reconocieron que están abiertos a hacer modificaciones en pos de alcanzar consensos. En la bancada oficialista también admitieron que no hubo reuniones sobre el tema.

El proyecto de Compre Argentino tiene dictamen desde mayo, por lo que el oficialismo lleva seis meses demorando su debate en el recinto, un reconocimiento explícito de que no tiene los votos para ganar la votación. La iniciativa del FdT contempla la posibilidad de elegir como proveedora del Estado a una empresa nacional a pesar de que sus precios se excedan hasta un determinado tope a las propuestas que puedan hacer compañías extranjeras. A través de su implementación, el Gobierno estima que podría ahorrar USD 500 millones por priorizar la compra de productos nacionales, dado que a los proveedores locales se les paga en pesos.

Uno de los puntos centrales es que se elevan las preferencias de presupuestos propuestos por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) nacionales de un 15% a un 20%, en tanto que las demás pasan del 8% al 15%.

Durante el debate en comisión, la oposición bautizó al proyecto como “Compre Caro” porque “genera sobreprecios”. También criticaron que el porcentaje para las pymes se aumenta un 33%, mientras que a las grandes empresas, un 87 %.

Antes del dictamen, que el oficialismo impuso con la cantidad mínima de firmas, se aceptó dejar afuera del régimen de preferencia al PAMI, una de las principales objeciones de Juntos por el Cambio, que señaló que se buscaba favorecer a ciertos laboratorios.

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