Cómo pasa los días el misterioso inmigrante iraní, procesado por DNI ajeno

Confirmaron el procesamiento de Azad, como se llamaría el inmigrante arrestado en Concepción del Uruguay, quien permanece en prisión desde el 24 de junio.

Policiales 05/09/2022 Editor Editor
Iraní misterioso

Azad es uno más de los detenidos que se alojan en la celda de la comisaría primera de Concepción del Uruguay, pero ya lleva dos meses y medio allí, mientras que los demás entran y salen a los pocos días. Todavía no se sabe quién es, de dónde viene ni qué hace en el país. Se rehúsa a higienizarse, charla un poco con policías y otros arrestados, lo atendió el dentista por una muela infectada, huele la comida y los cubiertos que le sirven y, pese a los días y noches helados, no se tapa más que con la cobija que llevaba en su bolso.

El inmigrante misterioso con dos supuestos nombres y al menos cuatro supuestas nacionalidades, sigue privado de su libertad desde aquella mañana en que fue detenido en la terminal de ómnibus de Concepción, cuando saltó a la fama como un iraní ilegal. Ahora la Justicia confirmó su procesamiento por el delito de uso de documento nacional ajeno, que tiene una pena de uno a cuatro años de prisión.

El 24 de junio a las 10.15 el hombre se presentó en la ventanilla de una empresa de transporte de pasajeros y le dijo a la mujer que atendía: “Concordia”, y le extendió un billete de 1.000 pesos. Cuando le pidió el documento le dio uno en el cual no coincidía la foto con su rostro, al tiempo que repetía lo que intentaba explicar como su apellido: “Leal”, pero tampoco era el nombre que se leía en el DNI que exhibió, sino el de otro que tenía en su bolso. 

Intervino una oficial de la Policía provincial, lo arrestó, y en la requisa personal halló entre sus pertenencias 13.660 pesos, una licencia de conducir a nombre de José Manuel González, varios manuscritos, libretas escritas en otro alfabeto e idioma, un celular y una foto en blanco y negro de una niña, entre otros elementos.

Los dos nombres que mencionó el señor fueron Cristo Francisco Azad y Asan Azad. Y en distintas oportunidades refirió ser de nacionalidad iraní, palestina, afgana y saudí. Hasta ahora no se pudo establecer su identidad real, su país de origen ni su recorrido por Argentina. Ese mismo día en que fue detenido había llegado a Concepción desde Gualeguaychú, donde había tomado un colectivo con el documento de Rafael Oliveira Leal.

El juez federal de Concepción, Pablo Seró, lo procesó por el delito de uso de documento ajeno y le dictó la prisión preventiva.

Iraní detenido
Azad cuando fue detenido.

“Insignificante”

La defensora pública oficial, Noelia Quiroga, apeló esa resolución ante la Cámara Federal de Paraná. Planteó que el documento exhibido por el inmigrante no tiene entidad para cometer el delito imputado; además, consideró que la conducta es insignificante para tramitar un proceso judicial penal en su contra y solicitó el sobreseimiento.

Consideró que Azad no pudo producir ningún engaño. Explicó que la misma empleada de la empresa de transporte advirtió enseguida que la persona de la foto del DNI no coincidía con el hombre que quería comprar el pasaje. La defensora afirmó que “la maniobra fue tan burda que era incapaz de producir engaño”, y por lo tanto para cometer el delito de afectar la identificación de las personas de origen argentino.

Además, como Azad intentó comprar un pasaje de colectivo pero no logró hacerlo, no existió ninguna estafa ni perjuicio económico para la empresa de transporte, Quiroga manifestó que “su conducta debe reputarse como insignificante y por tanto dictarse su sobreseimiento”.

Usó un DNI ajeno

Según el fiscal general Ricardo Álvarez el delito imputado quedó claramente consumado, ya que “el documento nacional de identidad ajeno le fue secuestrado entre sus pertenencias luego de que intentara adquirir un pasaje de colectivo”. Dijo que se trata de un “delito abstracto” que afecta un ámbito de organización estatal, la voluntad administrativa plasmada en el documento nacional de identidad cuya ostentación vale como título de ciudadano.

Indicó el fiscal que entre sus pertenencias le fue incautado además un boleto de colectivo a nombre de Leal (titular del DNI que tenía en su poder) que habría utilizado para desplazarse desde Gualeguaychú a Concepción del Uruguay, por lo que su comportamiento resultó idóneo en aquel entonces también para comprar ese boleto.

Asimismo, Álvarez sostuvo que “se encuentran pendientes medidas de prueba, que a la fecha el procesado no está fehacientemente identificado, carece de documentación personal, dio diversas versiones respecto de su nacionalidad o descendencia, se desconoce dónde reside y/o pernocta y únicamente se presume su ‘situación de calle’; por lo que su detención cautelar debe mantenerse por el tiempo necesario para la celebración del juicio”.

Finalmente, refirió a “la necesidad de reclamar que el Juzgado emita oficios al Ministerio de Relaciones Exteriores y Ministerio de Seguridad de la Nación, de quienes se deberá urgir toda la información que dispusieran alusiva a la persona de quien dice ser Francisco Azan Azad, tanto como el suministro de datos concernientes a sus respectivas esferas de gobierno”. En este sentido, enfatizó que la autoridad migratoria nacional debería dar inicio al trámite adecuado a la condición migrante.

“Poco se sabe”

Los camaristas Beatriz Aranguren, Mateo Busaniche y Cintia Gómez sostuvieron que todas las pruebas recabadas en la investigación hasta ahora (acta del procedimiento, elementos secuestrados, certificado de extravío de DNI, testimonios, pericias, fotografías, informes, entre otros) permiten establecer que la conducta del inmigrante coincide con el delito endilgado. Por un lado, mencionaron que “entre sus pertenencias le fue incautado un boleto de colectivo de la empresa San José, extendido por la agencia Gualeguaychú, con el recorrido de viaje Gualeguaychú Concepción del Uruguay”, del mismo día a nombre de Leal. Entonces, utilizó ese DNI y de esta manera incumplió la ley que tiene el fin de “evitar la confusión sobre la identidad de las personas”.

Los camaristas coincidieron en que “por el momento poco se sabe sobre su identidad (nombre y nacionalidad), carece de documentación personal, se desconoce su lugar de residencia, cómo ingresó al país y el motivo del mismo”. Por lo tanto, sostuvieron que no es insignificante el hecho que se investiga, y así confirmaron el procesamiento.

Los días en una celda

La Policía provincial informó que Azad no ha tenido ningún inconveniente desde que fue alojado en la comisaría primera dos meses y medio atrás.

El hombre no acostumbra higienizarse demasiado, le consiguieron ropa que viste solo mientras lava la suya, y enseguida se la pone nuevamente mojada, sin esperar que se seque. Le dan jabón, le compraron un champú pero no los utiliza asiduamente. Utilizó tres cuarta botella de la crema para lavado de cabello en un solo uso. Además del colchón, le proveyeron de una frazada para que se abrigue durante las noches de mucho frío, pero solo se cubre con la cobija que traía consigo cuando fue arrestado. Cada vez que le dan de comer huele los cubiertos y los alimentos.

Más allá de las costumbres extrañas para la cultura local, Azad es un detenido más, conversa con los demás detenidos y con los policías, a quienes les pregunta la fecha para ubicarse en el tiempo. No ha especificado su origen y los motivos de su presencia en Argentina, pero sí muestra su conocimiento de varios idiomas, como el inglés, el francés, el portugués y el español. Hace poco lo trasladaron hacia el hospital para que lo atendiera un dentista, debido a que se le infectó una muela. Le compraron un cepillo y pasta dental, así como la medicación indicada por el odontólogo.

Así pasa los días este misterioso hombre que fue noticia nacional por haber sido detenido poco después del caso del avión venezolano con parte de su tripulación iraní, aunque no se haya establecido vínculo alguno con Azad. No recibió visita alguna, más que la de personal de Migraciones, aunque aún el trámite para que pueda tener algún permiso para residir o transitar por el país siga muy aletargado. (UNO Entre Ríos)

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