¿Cómo nacieron los invernáculos en Salto?

Interés General 31/08/2022 Editor Editor
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Hace un par de semanas falleció Lidio Néstor Bertolotti. Lulo para los allegados. Tenía 92 años, viudo con 3 hijos mayores, Fernando, Cristina y Miguel, 11 nietos y 2 bisnietos. No pretendemos aquí hacer un resumen ni un panegírico de su vida, pero si destacar algunos aspectos que merecen ser recordados. tempranamente tuvo que trabajar (de familia humilde) y lo hizo en el puerto (en pleno apogeo fluvial) donde estuvo más de 30 años. 

Allí fue testigo presencial del proceso de desmantelamiento del cabotaje fluvial durante la presidencia blanca colegiada. Donde aparte de anécdotas y relatos de lo que fue la” época de oro” del cabotaje, nos relata cómo procedieron, “Participó en una asamblea portuaria donde el ministro Gianastacio (blanco),”” soborno”, al sindicato con un seguro de paro (privilegiado, que le aseguraba los ingresos por largo tiempo sin trabajar), para quebrar la inminente resistencia, para convencerlos que les convenía más acogerse al mismo, que a resistirse a la paralización.

Esto fue el resultado de acuerdos con el FMI, que condicionaba los préstamos al desmantelamiento del cabotaje (cartas de intención secreta mediante), para favorecer a las empresas petroleras y de la industria automotriz, que dominaban el comercio (y los países), a nivel mundial.

Pretendemos reivindicar el papel que tuvo Bertolotto en el surgimiento de los invernáculos en Salto. (En el modelo que se emplea masivamente hoy).

Lulo fue un hombre multifacético, ingenioso, que siempre tuvo 2 o 3 trabajos simultáneos.

De muchas habilidades, construyó 3 o 4 casas, hacía los planos que luego le firmaban los arquitectos. Se presentó y ganó el concurso para Jefe de la Caja de Asignaciones, pero se lo negaron por la discriminación durante la dictadura, donde nos clasificaban en ciudadanos A, B y C. Donde (como otros funcionarios de carrera), eran los expertos en la complicada trama burocrática y ayudo (desinteresadamente) a cientos de personas que “chocaban”, contra la misma. Por otro lado, periódicamente debía presentarse en la Jefatura (con obvios objetivos amedrentatorios), pese a que no participaba en ninguna organización política. Pero además desarrollaba y experimentaba nuevas y novedosas formas de producción hortícola en la chacra de su propiedad. Allí desarrollo, luego de experimentar con decenas de formas diferentes, el sistema de armado de invernáculos bajo plástico tal como se desarrolla hoy.

Esta carta testimonial, cuya fotocopia adjuntamos, de puño y letra, relata las vicisitudes que tuvo que superar para lograr durante 4 años el crédito para polietileno que no existía en el BROU, y su persistencia en convencer de las ventajas de un nuevo modelo de producción.

“A principios de los 70 comencé a experimentar con invernáculos donde pasé por 10 o más sistemas de construcción (y muchos fracasos) logre, determinados resultados exitosos. El 14 de noviembre del 72. Presento un informe al Banco República solicitando crédito para polietileno para la producción de primicias (que no existía y no estaban disponibles). Existían para la producción con quinchos y materiales necesarios. En mi informe donde, pese a que pruebo las ventajas avaladas inclusive por el mismo técnico del banco Ing. Agr. Videla, siguieron negándome el préstamo, durante 4 años.

Abril del 75. Plena época de la dictadura militar. La misma en su afán de encontrar algún camino en su notoria inoperancia en conseguir hacer producir al país, crean el Plan NORIONE, intentando incorporar al norte del país en algún proyecto. Allí se reunían todas las jerarquías que la dictadura tenía en cada región y se pregunta que había de destacado en cada zona que ellos pudieran apuntalar.

Textuales palabras del Cnel. Barusso, Jefe de Policía de Salto, quien enterado de mi experiencia manda un guardia civil a citarme a su despacho, donde era citado periódicamente pero con fines políticos represivos, frente a las presuntas sospechas de vinculaciones con el movimiento tupamaro. Pero mi sorpresa fue grande al saber que el Jefe quería enterarse de mi iniciativa productiva de producción intensiva bajo invernáculo (donde se cuadriplicaba la producción tradicional). Así fue que le entregué toda la información, fotos y antecedentes del informe entregado al Banco República en mi reclamo de crédito agropecuario. Posteriormente a los días me cita de que había tenido éxito en la gestión del crédito para que se habilitara una nueva línea en el BROU. 2 de mayo del 75. Recibo la citación del Banco República donde se me indica la disponibilidad del crédito (pese a que se queja por la vía del trámite realizado), donde le manifiesto con toda claridad que de acuerdo a mis principios políticos, jamás hubiera ido a hacerle reclamos personales a ese tipo de autoridades y que por el contrario fui citado por ellos. Eran años muy oscuros para los productores de primicias, ya que era consentido abiertamente el contrabando desde Brasil, de todo lo que con elevado costo producíamos.

Pero allí nacieron las líneas de créditos que hoy usufructúan todos los productores de primicias.”

Dato anecdótico

Desde el 71 año en que comencé mis experiencias y como integrante de la Coordinadora de Entidades Rurales, representando a la Sociedad Fomento Rural de Salto, fomente a cuando productor pude a probar este sistema. Además, recibía a muchos de ellos diariamente en mi quinta dándoles todo tipo de información e inclusive apoyándolos en sus chacras, ayudando a construir algunos invernáculos.

Sin embargo puedo decir que recién, a partir de 1985 al 90 se nota en los ejidos de Salto el avance en la producción de primicias siendo sustituidos los plantíos bajo quinchos en paja, por invernáculos con cubierta de polietileno. Habían pasado casi 20 años para que los productores entendieran las ventajas de estos sistemas.

Mucho ayudo a estos cambios el contacto diario que los técnicos de la Escuela Experimental situada en Av. Apolan tenían con todos los productores con quienes compartíamos experiencias y seguido frecuentaban mis invernáculos con todo tipo de aparatos y controles en mutuo consentimiento, además esta era frecuentemente visitada por los alumnos y profesores de la Facultad de Agronomía.”

Agregamos a estos testimonios de Bertolotti, el importante rol que tuvo en la importación de las nuevas variedades de frutilla desde Francia (más grandes y productivas), pero que debían ser sembradas a mayor distancia que las tradicionales (razón por la cual fracasaron la mayoría del grupo por no respetar seas indicaciones). De cualquier forma se transformó la producción hortícola en Salto. Hoy queremos a través de esta nota testimonial dejar un homenaje a un salteño que dejo mucho a su departamento y que deberíamos reconocer.

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