Las víctimas de la estafa piramidal "son indeterminadas"

Cuatro personas de Rosario del Tala y Maciá radicaron una denuncia en octubre del año pasado por haber sufrido engaños idénticos al de Cositorto: habían invertido sus ahorros en dólares en una empresa local llamada “Ignacio Inversiones”.

Policiales18/05/2022EditorEditor
Estafas

Cuatro personas de Rosario del Tala y Maciá radicaron una denuncia en octubre del año pasado por haber sufrido engaños idénticos: habían invertido sus ahorros en dólares en una empresa local llamada “Ignacio Inversiones”. Con la idéntica fórmula de otras famosas estafas piramidales, les prometían multiplicar el dinero a través de criptomonedas. Fue otra pirámide que se cayó a pedazos, al igual que las ilusiones de los damnificados. Luego de varios meses de investigación, el fin de semana se realizaron allanamientos y, luego de analizar la documentación y los celulares secuestrados, se avanzará en las imputaciones correspondientes por parte del fiscal de Tala, Federico Uriburu, quien sabe que hay muchos más víctimas que prefirieron no denunciar la estafa.

Según los denunciantes, la inversión iniciaba desde 300 hasta 6.600 dólares. El referente de la empresa de Tala les generaba a cada uno un usuario y una clave para acceder a la supuesta billetera virtual en la que se podían ver las ganancias en Bitcoin. Se prometía un crecimiento del dinero de un 20% mensual, algo prácticamente inexistente en el mundo. No obstante, el documento que firmaban los pequeños inversores sostenía que Ignacio Inversiones no se hacía cargo de los riesgos.

La Fiscalía de Tala dio intervención a la División Delitos Económicos de la Dirección Investigaciones de la Policía, que profundizó la pesquisa. Hasta la semana pasada, las vigilancias advertían que los involucrados continuaban en el negocio, con más personas de la zona que caían en el engaño. El principal acusado es un hombre de 32 años sin trabajo lícito conocido que, de la noche a la mañana, apareció con una casa de importantes dimensiones y un auto VW Vento nuevo. Y ni siquiera está inscripto como contribuyente al Municipio local.

Mucho menos esta persona ni sus presuntos socios figuran inscriptos ni están habilitados para funcionar como agentes financieros.

Ante los reclamos por el dinero para ver las ganancias en mano, los embaucadores, primero, estiraban los tiempos en sus mensajes en los grupos de WhatsApp.

En la pesquisa se pudo vincular esta empresa con otra radicada en Mendoza, de mayor despliegue y que estaba siendo investigada por la Justicia. Pero además se trataba de una red que tenía conexiones en distintos puntos del país.

En Tala tuvieron un pequeño local que, en breve, dejaron de alquilar. Por eso, los allanamientos del sábado fueron en cuatro domicilios particulares de los sospechosos, que se realizaron en forma simultánea. Allí se secuestraron 316.950 pesos y 3.961 dólares, así como celulares, documentación relacionada a la causa y elementos de informática, como tablets y computadoras, que fueron remitidos para las pericias correspondientes.

“Son indeterminadas las víctimas”, aseguró el fiscal Uriburu. En la investigación se pudo comunicar con otros a quienes los denunciantes señalaban como vecinos que también habían caído en la trampa, y esto se confirmaba, aunque la gran mayoría no se presentaron como denunciantes.

No es la primera estafa piramidal que se registra en Entre Ríos en los últimos meses. Además del caso que tuvo ribetes internacionales con el detenido Leonardo Cositorto como dueño de Zoe, con su sede en Paraná, el año pasado se conoció el caso de Global Intergold, que llegó a tener al menos 40 damnificados de Paraná y Santa Fe, que invirtieron importantes montos de dinero en una empresa que resultó ser una estafa.

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