Editorial Por: Editor 22/09/2021

PRIMAVERA MATA DROGA

La verdad, estaba por escribir sobre el director de la cárcel de Gualeguaychú suspendido en sus funciones por haberse encontrado drogas en las celdas de los presos federales.

Lo que, unido al policía de Victoria que aceptó un juicio abreviado reconociendo que vendía drogas para un narco rosarino a quien –además- mantenía informado de los procedimientos y lo que parece ya algo insólito, que el presidente del Colegio de Abogados de Nogoyá sea imputado de narco y deba concurrir al juzgado federal de Paraná a prestarse a una indagatoria, nos va demostrando que el fenómeno está más extendido de lo que pensábamos.

He decidido, ya sobre la hora, que estamos cansados de estas noticias y que usted, como la mayoría, estamos cansados del bombardeo de estas pálidas sobre drogas, corrupción y dinero mal habido que se lava después por diferentes conductos, de tal forma que decidí girar mis pensamiento hacia algo más positivo como la primavera.

No parecería importante el tema porque la primavera llega todos los años este mismo día y esta repetición podría dejarla fuera de lo que es “interesante”, pero este año, esta primavera es diferente a todas las anteriores, ¿sabe por qué? Sobrevivimos, podríamos estar en el campo de los ñatos si el maldito coronavirus nos hubiera tumbado como lo ha hecho, lamentablemente, con muchos hombres, mujeres y hasta niños, pero estamos vivitos y coleando, sobrevivimos también a los talibanes sin turbantes, sus locas ambiciones y sus odios.

De tal manera, que nos preparamos renovados en espíritu y cuerpo a seguir hasta que el cuerpo aguante o Dios lo disponga en esta maravillosa aventura de vivir.

El asunto se pone interesante cuando todo se renueva a nuestro alrededor, desde donde estoy escribiendo escucho el trino de los pájaros y si abro mi puerta me asomo a una terraza desde la que veo todos los verdes y un cielo azul impresionante, puedo divisar el apurado ronroneo del motor de una moto en la que viajan dos jóvenes abrazados y un grupo de chicos de alguna escuela salieron por el camino de arena a caminar y lo hacen riendo y cantando, no hay dudas, estamos en primavera como lo demuestran los árboles que florecen, como el amor y la esperanza.

No estoy frente al mar, ni tengo la vista de los Campos Eliseos en Paris, pero puedo estar aquí tan bien como si estuviera allí, porque no necesito más que este espacio para estar bien y en plenitud, no ambiciono manjares que no podré comer, ni lugares maravillosos a contemplar, pues si quisiera, podría cerrar los ojos y escuchar las olas del mar romperse sobre la costa.

Los reclamos de los gurises y el devenir por mi improvisado “oficina” hogareña de la madre de los críos que a cada tanto me gratifica con un beso completa la visión primaveral de estos días.

Ah…y no estoy en el humus del cannabis, ni inhalo ninguna substancia, salvo un matecocido como postre para antes de acostarme, esperando mañana poder reanudar este diálogo para contarle que es más importante la belleza de una flor que se abrió hoy con la primavera que las crueles noticias de asesinatos, robos y artimañas talibaneras, de las que estamos todos cansados.

¡Feliz primavera!

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