Editorial TABANO SC 26/05/2024

Hombres de negro, mascaras blancas

¿ Y a quien se le podría ocurrir si no a los artistas tan original protesta.?

Vestirse de negro “luto” con máscaras blancas como rememorando la obra de Frantz Fanon “Piel Negra, Máscaras Blancas”, el filósofo de Martinica, escribió esa obra influyente en la que analiza la ideología que inferioriza a la población negra erigiendo a la blanca y europea como el modelo de realización humana.

Si bien aquí no se tiene  problemas raciales, la cuestión de quitar financiamiento a la actividad cultural, representa ni más ni menos que tratar  a nuestros artistas como “parias” incapaces de preservar la identidad cultural del pueblo, cuando es exactamente lo contrario.

Las tradiciones, costumbres, idiomas y las artes, incluyéndose el teatro, la danza, el folklore, la música y las más diversas actividades culturales ayudan a preservar y transmitir la identidad cultural de nuestra Concordia.

Son una fuente valiosa de educación y aprendizaje. Enseñan a las personas sobre diferentes culturas y perspectivas, fomentando la empatía y el entendimiento.

Las actividades culturales tienen un impacto económico positivo. Atraen turismo, como se ha visto en las diferentes noches de carnaval con hoteles y locales gastronómicos a full y esto, sin dudas, crea empleo y fomenta el gasto en nuestra ciudad.

En el ámbito individual, participar en actividades culturales, mejora el bienestar personal y social y proporciona una sensación de pertenencia, mejora la salud mental y física y fomenta la creatividad y la expresión personal.

Esto sin contar que, las actividades culturales promueven la diversidad y la inclusión al dar a las personas de distinto orígenes y estratos sociales la oportunidad de compartir un espacio común.

Un pueblo sin cultura se convierte en un mercado persa, un pueblo fenicio, interesado en la moneda y el ganar más en metálico y sin interesarle la esencia cultural de sus orígenes y su historia. Sería, como si celebráramos el 25 de Mayo porque la Revolución nos permitiría comerciar con Inglaterra,evitando los férreos controles de la Aduana Virreinal que privilegiaba a España.

Concordia, ha dado exponentes culturales que brillaron en el mundo. Tal vez el ejemplo más tangible sea el de Alain Debray, que con su orquesta de los Campos Elíseos, tuvieron repercusión internacional. Debray era “Malva” para los que lo conocimos, Horacio Malvicino. Se recuerda a otros grandes acordoneistas, bailarines de tango y de danzas que demuestran la cantera inagotable de hacedores de la cultura local.

Matar la cultura, cortando su financiamiento es una mala idea. Es crucial que se de marcha atrás y se dé a los actores de la cultura, lo que les corresponde y será bienvenido por todos, porque “no solo de pan vive el hombre”.

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