Cuando los funcionarios de una comisión policial de investigaciones de Salto procuraba detener a un sujeto que estaba siendo buscado, desde el interior de una vivienda comenzaron a llover piedras sobre los agentes del orden.

Los policías desenfundaron sus armas y pidieron calma, pero del otro lado, se incrementó la pedrea que ocasionó que tres funcionarios resultaran heridos y tuvieron que ser retirados y llevados a un centro asistencial donde se asisten.

En tanto, llegaron refuerzos para neutralizar a los tiradores de piedra pero, al parecer, los sujetos tenían a su alcance una cantero por la gran cantidad de proyectiles que siguieron cayendo sobre los agentes.

Al parecer, los insurrectos, creyeron que iban ganando la pelea con la policía porque  habían caido ya tres efectivos heridos por lo que salieron al patio de la casa y allí recibieron impactos de bala en los miembros inferiores, disparados por la fuerza policial en defensa de la integridad física de sus hombres.

Igualmente se produjeron algunos forcejes y cuerpo a cuerpo, pero al final fueron reducidos y de ellos dos terminaron en el hospital heridos de balazos en sus miembros inferiores.