Un episodio por demás llamativo se vivió en la tarde de domingo en el barrio porteño de Villa Santa Rita, cuando un hombre murió por un paro cardíaco después de haber sido salvado por los Bomberos tras un intento de suicidio. Había quedado colgado de los cables a más de 30 metros de altura. 

Pero la trama de la historia no concluye con ese hecho, sino que se desencadenó por uno anterior. Así lo descubrieron las autoridades de la Justicia porteña cuando una joven de 20 años denunció que fue drogada y abusada sexualmente por tres varones dentro de un departamento del edificio de la calle Cuenca al 2.000, al sudoeste de la Capital Federal.

Uno de ellos fue el que posteriormente a ese hecho intentó suicidarse al saltar de la altura pero quedó trabado por los cables ubicados en la zona del pulmón. Rápidamente llegó la Policía de la Ciudad al lugar y dio aviso al Grupo de Rescates de Bomberos.

Con una grúa y la ayuda de arneses, dos efectivos de la fuerza lograron colgarse por las paredes del edificio hasta llegar a donde estaba colgado el hombre. Al llegar lo vieron de cabeza y con un cable enganchado en uno de sus pies, que lo mantenía en altura. 

Paro cardíaco y causa judicial

Una vez que intentaron sujetarlo, los bomberos maniobraron hasta una ventana del edificio a través de la cual ingresaron al hombre. Una vez a salvo, comenzó a convulsionar.

En ese momento intervino personal del SAME para intentar salvarle la vida. Sin éxito, el hombre denunciado murió a raíz de un paro cardíaco, algo que fue certificado con su traslado a un establecimiento médico de la zona.

Tras el hecho, la Policía realizó una inspección y de acuerdo a la información publicada por Télam en la terraza del edificio se encontró una bolsa de nylon con una sustancia que sería cocaína, un juego de llaves y un encendedor.

Por el hecho se abrió un expediente que quedó radicado en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 15 de la Ciudad. Interviene allí el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 42, Carlos Velarde, quien ordenó el traslado del cuerpo a la morgue y el secuestro de la ropa de la mujer de 20 años que hizo la denuncia por abuso para determinar si efectivamente sufrió el hecho. 

En la vivienda, se supo, había un importante desorden y bebidas alcohólicas, además de elementos que se secuestraron por su interés para la causa. Uno de los próximos pasos será que la joven sea llamada a declarar.