Editorial Por: Editor 07/06/2022

Día del periodista sin periodistas

Esos viejos buenos tiempos se han ido para siempre y el periodista que compartía las redacciones, las noticias y las tertulias después del trabajo es tan difícil de encontrar como el afilador de tijeras.

Hay cada vez menos periodistas pero más medios y las noticias se propagan por los portales de internet  levantadas por la misma gente que se entera de un hecho y lo publica en las redes sociales, de allí alguien le pega un “retoque” y marche con fritas, sale una nota anónima sin firma, ni autor.

Que la noticia sea cierta o una farsa, eso ya es otra cosa y no responde a la noble profesión periodística sino a los trolls que inventan noticias falsas para desviar la atención de la gente y hacerla  ver lo que ellos quieren que vean, aunque sea mentira. Esto responde a intereses políticos o económicos  y en ellos no están metidos los periodistas, sino los amanuenses de los políticos que buscan influir en la gente para llevar agua para su molino, o sectores económicos,

La opinión del periodista seria, concienzuda, dotada de conocimiento y experiencia, ya es difícil de encontrar tapada con la información del copi y pegue que es más barata y accesible que verdaderamente buscar la noticia en donde se producen los hechos, elaborarla y difundirla de sus propias fuentes.

Entonces, nos encontramos con algo impensable como que haya diarios que funcionan sin periodistas, bancados por la política con la intención de influir sobre los votantes y que son un rejuntado de notas he chas por otros, muchas de ellas, ya refritadas de otros medios, en una cadena que lo que empezó de una forma puede terminar siendo diametralmente opuesto por los sucesivos manoseos de la información.

¿A alguien le importa?  Creo que a nadie. La gente quiere enterarse de lo que ocurre en pocas líneas, no puede perder tiempo, leyendo los por qué de lo sucedido y el periodismo es ir más lejos que escribir unas líneas para encabezar una noticia, es investigar por qué ocurrió un hecho, buscar las quintas patas de la información para tratar de informar de la mejor forma posible a sus lectores, escuchas o televidentes.

Se da el caso de que los pocos periodistas que quedan son relegados a quedar guardados en un lugar desde donde deben trabajar y su producción es revisada por mecánicos o analistas de sistema quien son los que elijen que publicar y que no. Cercenan su opinión basándose en códigos de convivencia en el que no pueden molestar al Poder, sea Judicial o Político y el verdadero periodismo no existió para ser amigos de los jueces y de los poderosos sino para azuzarlos, mostrarles cuando están equivocados o señalarles cual sería el mejor camino para lograr la felicidad del pueblo que es el objetivo de un gobierno que gobierne para éste y no pensando en su propio beneficio.

Claro que hay muchos que se acercan a las redes y a los medios para ver cómo hacer dinero o escalar posiciones políticas, económicas y de influencia en la sociedad, éstos no sobreviven una crisis como la que periódicamente afecta al periodismo y a los medios, cuando no hay plata, se les termina el interés y empiezan a ver que todo se viene abajo pero la realidad no es esta, esa es una parte de la historia, la que menos interesa porque el periodista verdadero no piensa en metálico, sino en cumplir de la mejor forma con su profesión.

Mariano Moreno no escribía en la Gazeta pensando en cuánto ganaría  por hacer lo que estaba haciendo, tenía un interés distinto, la llama de la revolución que encendía su espíritu de pasión y sus textos no estaban imbuidos del conformismo de los chupamedias ni escribía para quedar bien con Don Cornelio Saavedra sino pensando más allá en el porvenir de la Argentina y los argentinos.

Dentro de nuestra humilde tribuna de opinión, nuestra  pluma, está al servicio de la causa del pueblo y no se vende, ni alquila por precio alguno, por esta razón un Día del Periodista, no debe ser un día para festejar, sino para renovar nuestro compromiso con la gente, con nobleza y convicción.

Más allá de eso, no hay nada que nos haga cambiar de bando, aunque vengan degollando y sabemos que las huestes enemigas se preparan para el asalto, acá nos encontraran a pie firme y dispuestos a defendernos como cuadre.

A veces, los periodistas, debemos convertirnos en guerreros para defender nuestras convicciones  y estar preparados para lo que venga, hoy junio de 2022, es tiempo de resistencia, como lo fueron en el 1976 y subsiguientes, con la diferencia que  hoy no tenemos atrás o a nuestro costado a compañeros que se jugarían la vida al igual que lo haríamos nosotros, por ellos.

Pero, tampoco nos sentimos en soledad, creemos que hay un espíritu nuevo, renovado del ser argentino, que no es el de aceptar las imposiciones y las penas que nos avergüenzan y que así como ayer, hay hombres y mujeres que tienen iguales fervores como los que tuvieron Mariano Moreno y los que los sucedieron en la  ímproba tarea de hacer un país nuevo y mejor.

Hacer periodismo, en serio, es ser consecuente con esos ideales.

Luis A. Mazurier

Director Diario EL SOL-Tele5.

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