
Ningún celular del mundo está a salvo si está infectado con Pegasus. ¿Se benefician de ello los organismos de seguridad alemanes como la BKA y el BND? El gobierno federal guarda silencio.

Ningún celular del mundo está a salvo si está infectado con Pegasus. ¿Se benefician de ello los organismos de seguridad alemanes como la BKA y el BND? El gobierno federal guarda silencio.

"El nivel sin precedentes de vigilancia actual en todo el mundo por parte de actores estatales y privados es incompatible con los derechos humanos", alertó el martes pasado la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

La Fiscalía de París anunció este martes la apertura de una investigación que abarca una lista de diez delitos, entre ellos "violación a la privacidad", "intercepción de correspondencia", "acceso fraudulento" a un sistema informático y "asociación de malhechores".

Cuando las cosas son complejas se requiere de estudios o pericias que desmenucen con precisión los hechos. El abogado y contador Roque Guillermo Benedetto, publicó en EL ENTRE RIOS una pericia técnica, contable y hasta constitucional sobre lo que DIARIO JUNIO publicó y fue objeto de una acalorada réplica del intendente Azcué y luego de fuegos de artificio sobre el tema que necesitaba de un informe claro y circunstanciado sobre la cuestión. Ahora, no queda duda alguna. Claudio Gastaldi tenía razón, los contribuyentes de Concordia han sufrido aumentos desmesurados y presuntamente ilegales.


Durante la verificación de rutina en el puesto caminero Paso Cerrito, los efectivos detectaron anomalías estructurales en uno de los zócalos del rodado.

Mala publicidad para el turismo de viajeros en motor home que al llegar a una ciudad, sea sorprendido por tres hombres que se le metan dentro de su rodado para robarle, no solo es malo como publicidad sino terrible para la víctima que quiere vivir en paz y tres cacos que no son jóvenes desocupados sino hombres -hechos y torcidos- que le robaron dentro mismo de su casa rodante.

- Perfil del médico: Daniel Ojeda era cirujano oriundo de Concordia, Entre Ríos. Su nombre se hizo conocido por haber realizado prácticas estéticas clandestinas que derivaron en la muerte de dos pacientes y en lesiones graves a otras. Daniel se había hecho conocido por ser un cirujano especializado en infantes, antes que accediera a la práctica de la cirugía estética y liposucción.