Su entenado lo empujó de su silla de ruedas, causándole lesiones graves de cadera y se apoderaron de su camioneta.
Un entenado -tratado como si fuera su propio hijo- se rebela contra la pareja de su madre, impulsado por la codicia de quedarse con su camioneta Chevrolet S-10 y obnubilado -tal vez- por la ingesta de algo más que unos tragos de cerveza, empuja al hombre mayor causándole quebradura de cadera. Al parecer, un Santo que protege a los desposeídos y maltratados estaba de turno y se dispusieron medidas que son difíciles de impulsar en medio de las innnumerables causas que llegan a manos de los fiscales, desechando 5 o 6 por cada una de la que se ocupan, en este caso, tuvo suerte.