Música a todo volumen: fue a reclamar a un local bailable, pero lo aturdieron a trompadas

Un hombre denunció que una cervecería, ubicada junto a la casa de su madre, estaría funcionando como una discoteca bailable. Según relató, al reclamarle al dueño que considerara construir una pared acústica para disminuir el ruido, fue agredido y sufrió una violenta golpiza.

Concordia17/12/2024EditorEditor
RUIDOS MOLESTOS - ATURDIDO

En diálogo con cronistas de Diario El Sol-Tele5, Miguel Ángel Seonfer, vecino de nuestra ciudad, denunció públicamente los ruidos molestos provenientes de un establecimiento ubicado en calle 1º de Mayo y que fue brutalmente golpeado por el reclamo.

"Yo salí el viernes hasta que cerró un local ubicado en calle 1º de Mayo. Cuando salgo de ahí, voy a hablar con los chicos que hacen choripanes; estuvimos conversando frente a la casa de mi madre en calle1º de Mayo 625, que está pegado a Kika, que figura como una cervecería, pero en vez de ser una cervecería es una discoteca bailable; en mi época, se les decían discotecas bailables, pero figura como una cervecería", relató.

Seonfer explicó que el volumen de la música en el local es tan alto que se vuelve imposible descansar: "Con la música a todo volumen, como la tienen todas las noches, no se puede dormir, no se puede vivir tranquilo".

El vecino relató además que, antes de que el establecimiento abriera, intentó hablar con un empleado del lugar sobre el problema que estaba teniendo: "Yo había ido antes de que abriera a hablar con un muchacho encargado que estaba ahí y le dije que yo quería que hicieran una pared acústica para que los ruidos molestos no pasen hacia la vivienda de mi madre que tiene 74 años", comentó.

"Lo único que yo les pedí es que solucionen el problema de la música a todo volumen en la cervecería Kika y que funciona como boliche bailable", insistió el denunciante. Sin embargo, "cuando reclamé, me castigaron hasta patearme en el suelo". 

"El encargado de seguridad de Kika me dijo que mejor me fuera a vivir a otro lado. Y resulta que cuando me fui caminando, en calle Buenos Aires y Moreno me agarra un familiar del dueño de Kika y me pega un piñazo en la mandíbula, yo salgo corriendo y, a la cuadra, en calle Bolivia y Mitre, me hace una zancadilla, me caigo y ahí me empiezan a pisar la cabeza, a patear entre esta persona y un trapito que me estrangulaba con los brazos", contó el denunciante.

Seonfer añadió que su queja llegó hasta la posibilidad de emprender acciones legales: "Todo eso me pasó porque yo fui y le dije al dueño de la discoteca que iba a poner un abogado porque en el barrio todos los vecinos no pueden dormir, los vecinos del lugar no pueden vivir tranquilos con la discoteca bailable ahí en ese lugar en calle 1º de Mayo, pegada a la casa de mi madre", concluyó.

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