Crímenes brutales: Similitud de los casos de Concordia en 2002 y Londres en 1888

Concordia 04/08/2023 Editor Editor
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El asesino Giardino y su víctima Mara Torales en el año 2002.

Empecemos por relatar el caso más antiguo que tiene 135 años de antigüedad, la crueldad existía desde antes de Jesucristo, de tal modo, que no debe extrañar que un asesino serial anduviese suelto por el barrio de Whitechapel, del Londres de 1880. Entre los varios crímenes que se le atribuyeron a Jack 'El Destripador', se encuentra, el del 17 de julio de 1889, cuando el cadáver de Alice McKenzie apareció en Castle Alley, Whitechapel.

El asesino la decapitó y le amputó las piernas, y arrojó el torso mutilado debajo de un arco ferroviario en la calle Pinchin. En el lugar del hallazgo, el 10 de septiembre del mismo año, la policía encontró varias partes dispersas del cuerpo, por lo que no pudo validarse que la hubieran asesinado ahí.

La prensa se refirió como 'el misterio de Whitehall' al hallazgo del torso decapitado de una mujer en el sótano de las nuevas oficinas de la Policía Metropolitana, en la calle Whitehall, el 2 de octubre de 1888. Anteriormente el brazo de la víctima había sido encontrado flotando en el río Támesis, y una de sus piernas yacía enterrada cerca de donde estaba el torso. ​ Ya que la policía no pudo encontrar el resto de extremidades ni la cabeza, jamás pudo ser identificada. Tanto el caso de Whitehall como el de la calle Pinchin —uno de los once del expediente de Whitechapel— involucraban el hallazgo de torsos mutilados de mujeres, razón por la que se les catalogó como 'los misterios del Támesis', atribuidos a un solo homicida que se conocería como Jack “El destripador”, el que nunca pudo ser hallado.

El caso Mara Torales

Concordia tuvo su propio Jack en la figura de Eduardo Fabián Giardino, nacido en Santa Rosa (La Pampa) el 25 de septiembre de 1967. En el año 2002 asesinó en la habitación de la casa de Hipólito Yrigoyen 840 a la joven madre de 16  años, Mara Torales: la descuartizó y seccionó el cuerpo que escondió en distintos puntos de la ciudad.

Giardino había matado en 1988 a Andrea Fabiani Mugrabi en Buenos Aires y por este crimen fue condenado a 15 años. El primer día que le dieron salida transitoria de la cárcel huyó, recalando en Concordia, donde adoptó la identidad falsa de Carlos Verón.

Al momento del crimen, Giardino trabajaba como carnicero en el Supermercado Norte, antecesor del Carrefour, y se pensó entonces que el conocimiento de su oficio lo llevó a practicar cortes con precisión quirúrgica.

Después de cometer el crimen, Giardino huyó hacia Corrientes mientras la Policía lo buscaba en Buenos Aires, pero cayó poco después al ser reconocido por un cliente del restaurant donde trabajaba en Goya.

Trasladado a Concordia, sería juzgado y condenado a cadena perpetua.

Nota de Diario EL SOL del año 2002

Emanuel Ramos Martínez, pastor del templo Jesús Te Ama de la Iglesia Evangélica Bautista, mantuvo un diálogo con diario El Sol, y brindó un interesante perfil del asesino.

"La relación de este muchacho con la Iglesia comenzó a mediados de octubre, cuando llegó después de un culto. Yo estaba en la puerta del templo y le preguntó a las personas que lo atendieron que quería hablar con el pastor. Cuando se acercó, me dijo que estaba desesperado y que se quería matar. Le pedí que se quedara tranquilo y le aseguré que si quería hacerse algún daño había llegado al lugar indicado".

A partir de ese momento, el pastor Martínez y el asesino, conocido también como "El Porteño", comenzaron a conversar: "Me relató un poco de su vida, que había pasado muchos años en prisión y que ahora tenía instintos suicidas. Dijo que su vida era un desastre y que estaba a punto de cometer una locura. Cuando habló de la locura y como había hablado de un suicidio, pensamos que podía querer quitarse la vida".

Confesión pública

Giardino comenzó a participar de todas las reuniones de la Iglesia. "Quiero decir de manera sincera que su cambio parecía asombroso, era algo realmente tremendo. Se pasaba las dos horas del culto llorando con una expresión que era la del arrepentido.
Y en un momento que tuvo la oportunidad de dar testimonio público, pidió el micrófono, pasó al frente y dijo que realmente su vida había sido horrenda desde niño y que había pasado los últimos años entre rejas, por haber asesinado a alguien, pero no dio detalles en el altar de cómo habían sido las circunstancias. Después, a mí me dijo que había sido un robo seguido de homicidio, que había ido a robarle a una mujer, que ella se había asustado y que la mató. En ese momento le expresamos lo que siempre decimos: Dios tiene misericordia y Él puede cambiar tu vida", concluyó el pastor.

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