Otra sorpresa en el caso de la periodista asesinada en Corrientes: el pedido que hizo el empresario acusado

A una semana de la detención del empresario de la noche de Curuzú Cuatiá, Darío Alfredo Ricardo Holzweissig, la defensa pidió que se lo condene en un juicio abreviado a ocho años de cárcel por el asesinato de la periodista Griselda Blanco. La solicitud ahora es analizada por el jefe de los fiscales de Corrientes, quien suele tomar en cuenta la postura de la parte querellante para resolver estos planteos.

De mantenerse este criterio, el pedido sería rechazado la próxima semana y la investigación continuará hasta desembocar en un juicio oral y público. Fuentes judiciales dijeron que las partes también podrían plantear un juicio abreviado parcial en el que el acusado reconoce los hechos y las pruebas pero se difiere la discusión de la calificación y la pena para cuando la causa se eleve al Tribunal de Juicio.

La abogada que representa a los hijos de la periodista rechazó el pedido y este viernes presentó ante la fiscal María Barrero Sahagún un pedido para que se avance en una imputación de Holzweissig por el delito de femicidio, o bien por homicidio calificado por la relación de pareja.

El abogado Alejandro Gómez fue quien elevó este jueves el pedido de juicio abreviado a la fiscal Barrero Sahagún. El planteo sorprendió a todos porque todavía resta conocer el resultado de los estudios de ADN sobre la cuerda que la víctima tenía anudada al cuello y los cabellos que aparecieron en una de sus manos. Por su parte, la fiscal consideró que podría realizar el juicio abreviado pero con una pena no menor a diez años de cárcel.

Gómez sostuvo que el Código Procesal establece que a partir de la audiencia de imputación se puede pedir un juicio abreviado. “Acá hay un pedido de mi cliente, que quiere evitar la estigmatización de su familia, un sufrimiento innecesario para sus hijos”, sostuvo el defensor.

Como Gómez pidió la pena mínima establecida para el delito de homicidio simple, el caso debe ser girado al jefe de los fiscales de Corrientes para contar con su aval. En Corrientes sólo se puede abreviar un juicio cuando el acusado admite su culpabilidad y acepta una pena no inferior a la mitad del máximo establecido para el delito del que se lo acusa.

Los investigadores de Homicidios de la Policía Federal junto a la fiscal reunieron hasta ahora una serie de fuertes indicios que prueban un vínculo entre la víctima y el empresario. Primero se corroboró que hubo una relación comercial entre la periodista y el empresario, pero luego viró hacia una más personal. Después de un tiempo, Blanco habría empezado a exigirle a Holzweissig el pago de determinadas sumas de dinero para mantener silencio sobre la relación, ya que el empresario estaba casado.

A esa conclusión llegaron después de analizar cientos de mensajes y audios de WhatsApp que fueron rescatados del celular de la víctima luego de clonar la tarjeta SIM del teléfono de Blanco que el asesino hizo desaparecer.

Después de la pasajera detención de la ex pareja de Blanco, el comunicador Armando Jara, la fiscal y los agentes de Homicidios de la Policía Federal trabajaron sobre otros indicios y fueron los hijos de la mujer los que colocaron a Holzweissig como sospechoso.

Las cámaras de seguridad fueron claves para ubicar al empresario de la noche en cercanías de la vivienda de la víctima. Las imágenes permitieron establecer que salió de su casa a las 2.11 de la madrugada del sábado 20 de mayo a bordo del Suzuki Swift de su esposa. Utilizó un camino poco lógico para llegar hasta las cercanías de la casa de la periodista. A las 2.37 se lo vio caminando muy cerca de la casa de Griselda. Y que se retiró a las 3.12 con un teléfono en la mano y el mismo bolso con el que había llegado.

El hombre arribó nuevamente a su casa -sobre la ruta 126- a las 3.35 y diez minutos después se lo ve caminando hacia el descampado donde el viernes a la mañana se halló un cuchillo y un celular roto, idéntico al que desapareció de la casa de la periodista. A las 4.02, volvió a dirigirse hacia el baldío que está al costado de la ruta 126. “La cámara sólo lo muestra caminando hacia ese lugar pero no capta qué hace”, sostuvo una fuente.

A Holzweissig se le secuestró el teléfono celular y se constató que había borrado el historial de conversaciones con la víctima. Los federales pudieron rescatar gran parte de los mensajes. El resto llegó del SIM Swapping del teléfono de la periodista. Se trata de un procedimiento sencillo que sólo necesita de una serie de datos personales de la víctima para tomar posesión de la tarjeta SIM y así poder acceder a todo el contenido del teléfono.

Los hijos de Blanco reconocieron que el aparato destruido que apareció en el baldío es el mismo modelo y del mismo color que el usado por su madre, pero todavía faltan pericias para corroborarlo.

La autopsia reveló que Griselda Blanco sufrió un fuerte golpe en la cabeza y dos puntazos en el cuello que no llegaron a lesionar arterias importantes. La causa de la muerte fue el estrangulamiento con una cuerda en la que quedó material genético masculino que ya es analizado por peritos de Corrientes Capital.

En una de las manos de la mujer se encontraron varios cabellos que le arrancó al asesino cuando peleaba por su vida. Del análisis morfológico surgió que son idénticos a los de Holzweissig, pero uno de ellos tenía el bulbo y en la fiscalía de Barrero Sahagún y la Policía Federal están convencidos que será coincidente con el perfil genético del empresario preso.