Mataron a golpes a un caballo para comérselo

Las imágenes son sensibles. Dos jóvenes mantienen atado un caballo en el fondo de una vivienda particular en la zona sur de Concordia. Uno de ellos le cubre la cabeza con un trapo mientras el segundo le asienta un formidable golpe con lo que aparenta ser una pesada barra o caño metálico que hace caer al equino. 

Tras caer derribado con sus extremidades paralizadas, el joven golpeador sigue con la misma barra asestando golpes para tratar de matarlo. El animal tiende a reaccionar, pero los golpes lo dejan fuera de combate y, al final, muere.

Eso fue lo que ocurrió este jueves, precisamente en inmediaciones de calle Pellegrini y la Defensa Sur. El hecho quedó grabado y el video se viralizó por las redes sociales. Así, al llegar el material grabado a manos de los vecinos de la zona, estos reconocieron la vivienda en la cual se produjo el cruel asesinato del animal. Por tal motivo, un numeroso grupo de personas se concentró frente a la vivienda en cuestión.

A todo esto, los asesinos del animal no serían los dueños sino que se habrían apropiado del caballo en la zona de la Defensa Sur donde pastaba y se lo llevaron para ejecutarlo en su domicilio, por lo cual y ante el aumento de la presión de los vecinos pidiendo por el caballo mostraron un arma larga y dijeron que se defenderían a tiros contra el que quiera meterse con ellos o con el producto de su “cacería”.

No se sabe cómo, pero las autoridades fueron notificadas del hecho y dieron intervención a la fiscalía que estaría actuando de oficio pues, en un primer momento, no trascendió si habría denuncias sobre la desaparición, muerte y faenado del caballo de la Defensa Sur.

No sería la primera vez

Según trascendió por fuentes habitualmente bien informadas (y tal como se puede deducir al observar el video) a pesar de la aparente corta edad de los asesinos, la portación de un cuchillo en la cintura sumado al uso de un elemento contundente y con suficiente peso como el utilizado para llevar a cabo el asesinato del caballo, y además de conocer en dónde golpear para lograr su parálisis para luego rematar al animal, demuestra que ambos asesinos tienen experiencia o, al menos, conocimientos previos de haber realizado hechos similares.