

Ya hace varios partidos que a Boca no se le puede reclamar compromiso o falta de actitud. Los malos resultados y peores rendimientos que ha hilvanado en el último tiempo obedecen a carencias de ideas, poca creatividad ofensiva y un funcionamiento colectivo casi inexistente. Frente al Corinthians no fue la excepción. Cayó 2 a 0 en Brasil y complicó su clasificación. Maycon convirtió los dos goles.
La idea del equipo brasileño en la primera mitad fue clara: tenencia de pelota, a veces cansina, mucha paciencia, circulación entre los defensores y los volantes y presión alta. Enseguida encontró un gol que le dio mucha tranquilidad. Fágner recibió muy sólo a la derecha porque Eduardo Salvio no lo acompañó en el retroceso y tiró el centro. Por el segundo palo, Maycon anticipó a Luis Advíncula y cabeceó contra el palo derecho de Javier García. En la primera a fondo sacó diferencia.
El Xeneize no tuvo claro que quería hacer en la primera parte. Mostró pasividad ante la tenencia rival, cautela para presionar pero líneas separadas, con lo cual tampoco dio seguridades defensivas. Apenas puede rescatarse de la primera mitad algún intento solitario de Salvio.
En el equipo paulista funcionó bien el sector derecho con Fágner, Adson y Renato Augusto, de muy buen partido. De todas maneras, el experimentado volante que jugó muchos años en China pudo irse expulsado por un planchazo sobre Carlos Zambrano. Insólitamente la fase de grupos de la Libertadores se juega sin VAR y los cruces directos sí incluyen a la herramienta.
Para la segunda mitad, cambió totalmente la tónica. El local cedió la pelota y el terreno, elementos con los cuales había dominado claramente el juego y Boca creció. El Xeneize manejó la pelota con tranquilidad hasta tres cuartos pero nunca pudo ser profundo. De hecho, casi no generó situaciones de gol.
Le falta su jugador más desnivelante, Sebastián Villa, con Salvio no le alcanza y que Óscar Romero, que encima perdió varias pelotas clave, juegue pura y exclusivamente de lanzador no le alcanza. Los cambios no lo mejoraron, salvo alguna arremetida de Exequiel Zeballos.
El Timao decidió contraatacar y estuvo muy cerca en varias oportunidades de engranar un par de pases y quedar mano a mano. De hecho, Pol Fernández con varias intervenciones defensivas poco habituales en él salvó al equipo.
Hasta que, finalmente, a falta de 12 minutos, se definió la historia. Romero la perdió y el conjunto brasileño se lanzó con tres hombres. Roger Guedes que entró en el entretiempo le dejó la conducción a Willian, se cruzó por detrás de él en diagonal y se ofreció como opción de pase. El ex Chelsea se la dio y el delantero definió con derecha desde la izquierda. García respondió, pero en el rebote apareció Maycon, volante central que otra vez pisó el área, para definir a la carrera.
Eso fue prácticamente todo. El conjunto de Sebastián Battaglia merodeó como todo el segundo tiempo sin meter en ningún momento una estocada que pudiese incomodar a la defensa de Corinthians, que hizo un buen partido. Boca no tiene sentenciada su suerte, pero sí sumó una complicación importante con su segunda caída de visitante. Además, quedó momentáneamente en el último puesto del Grupo E.

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