Editorial Por: Editor 01/06/2021

Medidas de alivio que asfixian

Como un reconocimiento expreso de que la presión fiscal es asfixiante desde distintos actores de los que te tienen agarrado del cuello prometen darte “medidas de alivio” es decir dejarte respirar un poquito para que no mueras, así después vuelvas a “ponerte” -como corresponde- en un país que no tiene solución si siguen imponiendo las mismas recetas.

Que se pague IVA por los productos básicos de la canasta familiar es un desatino al que nadie quiso enfrentarse y abolirlas mediante un oportuno DNU, claro contra ello, seguramente el Fondo Monetario Internacional pondría el grito en el cielo y nadie quiere enojar al organismo internacional antes de arreglar con el Club de París, ni después, que hay que arreglar el desaguisado que dejó Macri con el mismo FMI.

Pero estas cuestiones de la alta economía no son entendibles para el común de la gente, las que van al supermercado y ven como los precios de los comestibles se van a las nubes y sus ingresos permanecen “congelados” y devaluados.

El dueño de un comercio que no puede abrir hace meses, le importa un rábano que le den -ahora- un “alivio” al pago de sus impuestos, si ya no los venía pagando, imposibilitado de hacerlo y con ingreso “0”, no solo es difícil, sino imposible que pague si no es Mandrake el mago y pueda hacer aparecer -ilusionismo mediante- billetes contantes y sonantes para cumplir con los apretadores.

Tampoco le interesa que ahora, por la misma razón de su “sequía” económica le den una moratoria de 1200 cuotas mensuales, porque sabe que no puede pagar ni una sola cuota.

¿Qué quieren entonces?

 Que el Estado entienda que matar a la “gallina de los huevos de oro” es una mala política pues mata al socio trabajador y el haragán e ineficiente, se dedica a esquilmar los bolsillos del laburante. 

¿Entonces?

 Hay que auxiliar a las gallinas, son ellas las que producen y si las matamos no tendremos ni huevos de oro, ni huevos de campo, alimentarlas y cuidarlas para que, arreglado el tema de la pandemia sigan poniendo como lo hacía su abuelo, su papá y deberá hacerlo su hijo.

Las medidas de ese “apoyo” que parecen buenas, no lo son tanto a la hora de tratar de ingresar a un plan, hay “peros” y pedido de condiciones que muchas veces no se dan en una empresa pequeña que no está asistida por profesionales que cuidan los detalles contables y fiscales para sobrevivir la crisis.

Son, justamente, estos sectores de empresarios PYME los que más necesitan ser asistidos por el socio que se lleva las ganancias y no contabiliza las pérdidas, es hora que este socio que es el Estado, se deje de apretar y en cambio, alivie como corresponde a los comerciantes, industriales y cuenta propistas que necesitan hoy ayudas contantes y sonantes para no desaparecer.

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