En diálogo con Diario El Sol-Tele5, Héctor González explicó que el allanamiento tuvo lugar este sábado en horas de la tarde, alrededor de las 19 horas, justo cuando llegó a su domicilio después de hacer unas diligencias. 

Al respecto, el hombre relató que los funcionarios policiales "entraron de golpe, nos dijeron que nos tiráramos al piso y nos dijeron que agacháramos la cabeza". En ese momento, los moradores de la vivienda eran él, su hija, su esposa, un hermano de Héctor, además de un vecino y las mascotas de la familia.

"SI NO MIRÁBAMOS AL PISO, NOS PEGABAN"

"A ellos los golpearon primero (en referencia a su hermano y al vecino). Y a mi esposa la golpearon por la espalda usando ese aparato que usan los policías para derribar las puertas, siendo que las puertas y el portón de mi casa estaban abiertos", continuó contando.

"Nos decían que miremos al piso, y si nosotros hablábamos nos pegaban", agregó el trabajador gráfico, quien se mostró afectado al rememorar el procedimiento.

"En esta casa no se venden drogas. Solo vendemos sánguches, gaseosas y cigarrillos que vendemos a buen precio para que la gente consuma y así poder comprar los medicamentos de mi esposa todos los meses, que necesita para sus problemas cardíacos", aseguró Héctor al ser consultado de qué se trataba la orden de allanamiento.

"Casi al finalizar el allanamiento, los policías nos dijeron que se trataba de una orden de allanamiento por narcomenudeo pedida por el fiscal Zabaleta, dijeron que buscaban drogas, bolsas y todos esos elementos relacionados a las drogas", dijo el trabajador.

Como resultado de este allanamiento, "los policías nos sustrajeron dinero en efectivo, se llevaron nuestros ahorros, los celulares de mi familia y hasta comida que teníamos preparada para vender, que era una torta de manzana y mercadería destinada a la venta diaria que realiza mi esposa en el almacén que ella tiene", enumeró Héctor. "No dejaron ninguna constancia de lo que se llevaron", aseguró.

"EL DE INVESTIGACIONES ME PREGUNTÓ 'SEÑORA, ¿USTED VENDE DROGAS?', Y YO NO SÉ QUÉ ES UNA DROGA"

En ese mismo orden, Sandra Montenegro, esposa de Héctor, señaló que los funcionarios policiales que realizaron el allanamiento reportaron un monto determinado, el cual sumaba una cifra que oscilaba en un millón cuatrocientos mil pesos argentinos.

Sin embargo, "teníamos más plata porque nosotros venimos ahorrando desde hace años para comprar un auto y cambiar el que tenemos porque es chico para la familia; con mi hijo y mi yerno estamos juntando y esa plata era para comprarnos algo más grande". "Todos mis ahorros se llevaron", dijo la mujer indignada.

Sobre este tema, Sandra contó que "el oficial que estuvo a cargo (del procedimiento) me dijo que fuera el lunes, que me iban a dar las cosas. Yo fui en este estado, con esta crisis de nervios y con miedo de que me dé un infarto, fui igual bajo la lluvia a buscar las cosas, pero me dijeron que el fiscal todavía no había agarrado la causa y por eso tenía que ir la semana que viene".

Posteriormente, la mujer, ya exaltada, exigió "una explicación de lo que pasó". "¿Por qué me hicieron un allanamiento, siendo que yo no sé ni lo que son las drogas?", cuestionó Sandra y pidió que le reconocieran si se equivocaron de casa.

"El policía de Investigaciones me preguntó 'señora, ¿usted vende drogas?', y yo no sé lo que son las drogas; sé lo que son los cigarrillos y un vino, que es lo que me compran mis clientes", expresó. "Tengo un negocio pequeño, y de eso vivo, para comprarme remedios", concluyó la mujer.