La Guardia Civil española detuvo a cuatro personas, supuestamente vinculadas a la mafia italiana y a un grupo paramilitar de los Balcanes, tras interceptar en el Atlántico un velero con unos setecientos kilos de cocaína procedente de Sudamérica, en una operación entre varios países europeos.

Según informó la Guardia Civil, los detenidos son los dos tripulantes de la embarcación, de nacionalidad italiana y con vinculaciones a la mafia calabresa de la 'Ndrangheta, y un serbio y un croata relacionado con el grupo paramilitar Balkan Cartel.

Este grupo está considerado una de las organizaciones criminales más peligrosas en Europa, acusada de actividades como el tráfico de cocaína desde Sudamérica a través de África.

Los cuatro detenidos fueron enviados a prisión por orden judicial, tras esta operación en la que colaboraron autoridades de Croacia, Italia, Serbia y Europol, la agencia europea de coordinación policial, según un comunicado de la Guardia Civil.

Velero de bandera polaca

El velero de bandera polaca fue interceptado por una embarcación y un avión de la Guardia Civil a unas 500 millas al noroeste de la isla española de Gran Canaria, donde fueron detenidos los dos tripulantes.

Los otros dos detenidos fueron arrestados en la ciudad española de Las Palmas de Gran Canaria, donde "estarían coordinando la operativa desde tierra y en el momento de la detención portaban los teléfonos desde los que darían las instrucciones a la tripulación", según la Guardia Civil.

Base temporal en Gran Canaria

Las pesquisas se iniciaron en marzo del pasado año cuando la Guardia Civil comenzó a intercambiar información con la Policía croata sobre un velero que habría establecido su base temporal en Gran Canaria, al constatar que tanto los italianos como el croata mantenían un alto nivel de vida mientras se dedicaban en exclusiva a mantener el barco.

El pasado julio detectaron un viaje inusual del velero hasta un punto aislado del Atlántico, desde el que inició su regreso a comienzos de agosto, cuando fue abordado y encontraron en su interior numerosos bultos con cocaína.

Esta operación "corrobora la estabilidad en el tiempo de las grandes organizaciones criminales europeas, que son capaces de desplegar su personal en distintas localizaciones durante largos periodos de tiempo y la importancia geoestratégica de las Islas Canarias en el tráfico marítimo de drogas", destacó la Guardia Civil.