Gustavo Bordet, como árbitro, levantó la mano del intendente de Paraná y dijo “este es mi candidato a gobernador” y desde la primera fila de la platea, el funcionariado cortesano aplaudió las decisiones de su jefe.

En la tribuna quedaron estupefactos: ¿nos están jodiendo? ¿y el mensaje que al candidato sería “consensuado” -era una joda-?

Lo de “consensuado” es de arriba hacia abajo. Primero, el dedo de Gustavo, luego el aplauso a rabiar de la primera fila de la platea, después de las declaraciones de las segundas líneas, tras ellos los chupamedias de las terceras líneas y la retaguardia de las sanguijuelas.

Nadie duda que Gustavo es un buen tipo, eso está fuera de toda discusión, pero no tiene el peronómetro o se le rompió y no dispone del bastón de mariscal, que como dijo Perón lo tiene el pueblo, tampoco es el Mesías, sus decisiones no muestran un camino claro y su elegido no parece su discípulo, ni un profeta.

La decisión es importante solo para el mundillo de los políticos y la corte y sus cortesanas, fuera de esos gruesos muros y automóviles oficiales con chofer, los “nadies” se rebelan y pueden pincharles el globo del festejo.

La juventud rebelde, los “nadies” que no han sido bendecidos con el maná del cielo, que cae en los cortesana/os y sus amigos , pueden protagonizar ahora una fenomenal revolución en paz, llenando de música el escenario de la adelantada transferencia del mando gubernamental.

Perón decía que la más maravillosa música era la del pueblo argentino cuando alentaba a sus líderes a dirigirlos a un destino mejor.

Los “nadies” tienen en sus manos ahora una herramienta para hacer sentir que están ahí y que importan, que son miles y tienen voz y voto para hacerse escuchar en las PASO.

Concordia no se conforma con que le den algún furgón de cola del tren del gobierno que la ha tenido como el motor político de Entre Ríos y si el fogista no tiene fuerzas, ayudémoslo a cargar de combustible a la caldera para que la formación no se quede en pampa y las vías.

Sin quererlo, Gustavo ha devuelto la fuerza, convicción y el coraje necesario para hacer política real, no la de los anuncios huecos y las declaraciones rimbombantes y falsas, la de todos los días, de la que son protagonistas los hombres y mujeres que hemos titulados como los “nadies” que en realidad son un “todo” y es el pueblo y es éste el que decidirá, en definitiva, quien será el candidato del peronismo para gobernar en Entre Ríos, a él nos someteremos todos, en última instancia y como expresión genuina de la voluntad popular.