Editorial Por: Editor 31/12/2021

FELICIDADES PORVENIR

Nos estamos despidiendo en viernes de un año de miércoles, pero nacen renovadas esperanzas de un mejor porvenir observando el compromiso de los que están en la primera línea de batalla: enfermeros, médicos y bomberos pero también maestros y profesores, empleados de comercio y cajeros que por su relación diaria con centenares de personas están directamente expuesto al virus.

Esa primera línea, de profesionales de la salud, que deben atender a los pacientes enfermos están cumpliendo con creces el juramento hipocrático y los bomberos en estas jornadas alucinantes de calor se juegan la vida enfrentando el fuego que por las condiciones climáticas de falta de lluvias y altas temperaturas con focos ígneos impresionantes, con más fuerza de voluntad que medios, no solo están cumpliendo su vocación de servicio, se exceden y sus acciones son heroicas.

Es en ese punto, de acciones heroicas en donde se juegan más que su salud, lo que trae el aire fresco de la esperanza en que la humanidad seguirá enfrentando esta Pandemia y seguramente otras que sobrevendrán para vencerlas con valentía, esfuerzo, dedicación y vocación al prójimo.

Este virus que para mí fue inventado para ser actor de una guerra biológica y se “escapó” de algún laboratorio para replicarse en todo el mundo y con capacidad de mutaciones cada vez más contagiosas habría sido diseñado para diezmar la población más vieja que produce poco y gasta recursos de los Estados en jubilaciones y salud pero que no estaba testeado en cuanto a sus posibilidades de mutarse y atacar a jóvenes y niños.

Mi opinión no se basa en estudios comprobados sino en el conocimiento de que en China se comen murciélagos desde hace miles de años y el pangolín, otro animalito muy preciado no podría ocasionar una Pandemia como la que estamos viviendo, todo apunta entonces a que alguien, como lo hicieron antes otros líderes que quisieron tomar el control del mundo, tuvo la idea de crear esta bomba biológica y sin quererlo se les coló de algún tubo de ensayo y se expandió por el mundo.

Por suerte para la humanidad, así como aquí, ciudad económicamente muy pobre en país subdesarrollado, surgen acciones heroicas, en los laboratorios científicos de las naciones más adelantadas del mundo hay gente que trabaja sin descanso para enfrentarse al virus y el resultado ha sido vacunas de distintas tecnologías que se van readaptando para las nuevas cepas y crearon hasta comprimidos orales para evitar la muerte de los contagiados, este esfuerzo es también heroico porque el científico busca el antídoto y el lucro es de la empresa que invierte en tecnología y mentes brillantes para vencer al virus. 

Destacando ese formidable trabajo de aquellos científicos que trabajan en laboratorios de alta tecnología, obviamente con aire acondicionado y la mayor seguridad biológica, aquí el bombero se siente satisfecho cuando vence el incendio que le quemó las pestañas y los profesionales de la salud, aplauden cuando sale un paciente que pensaban se les moría y sobrevivió y el maestro se gratifica cuando sus pequeños alumnos aprendieron a leer y escribir de su esfuerzo en plena Pandemia nos trae el renovado aire de la esperanza y entonces, pese a todo, sobrevivimos y esto merece levantar una copa y brindar por esto, dando gracias a Dios y a quienes se juegan la vida todos los días. ¡Felicidades!

 

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