Una nena de nueve años fue abusada, asesinada y arrojada a un pozo con excremento en la jornada de este miércoles en la localidad correntina de Bella Vista. Por el crimen, fueron detenidos la madre de la menor, un tío y la pareja del hombre, quienes residían en la casa junto a la familia de la menor.

El Ministro de Seguridad de Corrientes dio detalles del macabro suceso. “El hecho se caratuló como homicidio. El cuerpo de la niña ya fue trasladado al Instituto Médico Forense para su autopsia”, dijo el funcionario.

“El que se encontró con la situación fue el papá de la niña. Volvía de pescar y al intentar ingresar a la casa se encuentra con la puerta llaveada. Pidió ayuda a un vecino para abrirla y al ingresar a uno de los dormitorios vio la cama llena de sangre”, dijo el funcionario a Radio Sudamericana.

“Siguieron los rastros de la sangre y terminaron en un pozo séptico. Los bomberos pudieron retirar el cuerpo de la niña que se encontraba entre el excremento”, agregó el ministro.

La menor fue encontrada en un pozo de séptico, repleto de excremento. Probablemente, habría estado en el lugar al menos 24 horas.

Los investigadores estiman que la niña habría sido obligada a participar de una orgía. Luego de ser asesinada, fue arrojada al pozo ciego de los baños.

En principio hay tres personas detenidas: la madre de la pequeña, un tío y la pareja de este último. “No podemos adelantar la vinculación que tienen las personas con el aberrante hecho, pero todo está siendo investigado”, añadió.

Por último, el ministro Buenaventura Duarte sostuvo en una entrevista con Radio Dos, que se tomaron declaraciones y "se busca a otro hombre, mayor de edad". Además, agregó que en el lugar se encontró "un elemento punzo cortante".

Testimonio de una vecina

Una vecina contó a Radio Sudamericana cómo vivía la familia de la niña que fue encontrada sin vida este miércoles en un pozo, tras haber sido violada y asesinada.

Recordó que son oriundos de la localidad de Lavalle, hace un tiempo se mudaron a Bella Vista y dos semanas atrás, se asentaron en el domicilio donde ocurrió el hecho.

Relató que no tenían conexión legal de energía eléctrica, pero “el chico del supermercado (de al lado) le pasaba con un cable”. Apuntó que “todo el día estaban en la vereda” y que quien cuidaba más de la niña y de los otros menores de la casa, era la abuela.

En la vivienda, residían la abuela de la menor, la madre de la niña, un hermano de la mujer y la pareja de este. Comentó que la última vez que vio a la niña fue en la noche del martes, cuando llamó a su hijo a entrar, ya que estaba jugando con la pequeña.

Apuntó que “esa noche estaba jugando con mi nene y lo llamé, pero ellos se quedaron afuera, estaban a las risas”. Después, no se escuchó nada que diera la pauta de que sucedió un hecho de violencia.