Responsable del vuelo en el que murió el futbolista Emiliano Sala fue declarado “culpable”

El organizador del vuelo cuyo accidente le costó la vida al futbolista argentino Emiliano Sala en 2019 fue hallado culpable de comprometer la seguridad de la aeronave sabiendo que el piloto no estaba cualificado.

Internacionales 29/10/2021 Editor Editor
EMILIANO SALA

David Henderson, de 67 años, fue juzgado en Cardiff por imprudencia o negligencia susceptible de haber puesto en peligro el aparato en el que viajaba el delantero de 28 años para unirse al club Cardiff City, al que había sido traspasado procedente del Nantes francés.

El jurado popular del tribunal de la capital galesa lo declaró culpable y su pena será anunciada el 12 de noviembre. Henderson se expone a una condena de cinco años de cárcel, aunque por el momento goza de libertad provisional. También podría ser condenado a dos años de prisión por el transporte de un pasajero sin la pertinente autorización, un cargo del que el propio Henderson se reconoció culpable.

El pequeño avión privado a bordo del cual se hallaban el delantero argentino y el piloto David Ibbotson sufrió un accidente en el Canal de la Mancha el 21 de enero de 2019. El cuerpo del jugador, cuya desaparición conmocionó al mundo del fútbol, fue recuperado del interior de la aeronave más de dos semanas después del accidente, a 67 metros de profundidad. El cuerpo del piloto, de 59 años, no fue encontrado.

Licencia vencida, avión no apto para vuelos nocturnos

Según la versión de la acusación durante el proceso, el acusado debía pilotar el aparato en un primer momento, pero al encontrarse de vacaciones en París con su mujer confió el transporte a David Ibbotson. Este último carecía de licencia de piloto comercial, su cualificación para este tipo de aparatos había expirado y no tenía la competencia requerida para realizar vuelos nocturnos.

El fiscal Martin Goudie había acusado al intermediario de haber actuado "en su propio interés económico" y de ser conocedor de que el piloto no estaba cualificado. La propietaria del Piper Malibu, Fay Keely, había pedido explícitamente por escrito al acusado que no recurriese a los servicios de David Ibbotson.

En su informe definitivo publicado en marzo de 2020, la oficina de investigación británica de accidentes aéreos había estimado que el piloto fue "probablemente" intoxicado de monóxido de carbono por el sistema de escape del motor. Sus conclusiones fueron que el piloto perdió el control del aparato durante una maniobra realizada a una velocidad demasiado elevada, "probablemente" destinada a evitar el mal tiempo. El avión iba a 435 km/h en el momento del impacto con el agua, no dejando ninguna opción de sobrevivir.

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