Charly García festejó sus 70 años con un concierto inolvidable

Acompañado por músicos que tocaron con él en distintos momentos de su trayectoria, el artista arrancó con "Cerca de la revolución".

Show 24/10/2021 Editor Editor
CHARLY GARCÍA

Con sus 70 años cumplidos, Charly García fue recibido en el Auditorio Nacional con una ovación ensordecedora. Si bien desde temprano se tejían rumores sobre su presencia recién al final de la tarde se confirmó y la estrella del rock llegó con Fito Páez, un invitado fuera del menú.

Menú algo corto para el gusto de su audiencia, pero valioso en términos emocionales. Se levantó el telón y Charly ya estaba ahí, no como un invitado que llega a saludar sino como uno más de la banda y con su estrella encendió el recinto que quedó pequeño para tanto amor.

El set abrió con Cerca de la revolución, del disco Piano Bar (1984), un tema que preanunció un concierto que tenía todas las características de un mimo a este artista que sigue emocionando a su público. Un comienzo adecuado de esta celebración con un espíritu de agradecimiento a la música de García.

Siguieron Promesas sobre el bidet, que sacudió al público que parecía encandilado por la presencia del Charly, dejando por momentos de lado la música para corear su nombre, agitar banderas y disfrutar del festejo. La música parecía por momentos la excusa ideal para brindarle su corazón a su estrella.

Vestido con un saco blanco con brazalete negro y anteojos negros, remera negra con un escorpión (su signo) y sombrero negro permaneció sentado en su sofá rojo, rodeado de un piano de cuarto de cola y un set de teclados.

Aportó en cada tema alguna armonía elegida para darle algún color especial, un arreglo, un acorde que hacía de colchón detrás de la melodía, todo con su inefable buen gusto; un pianista y compositor que tiene un duende único e inagotable.

Subió al escenario con un grupo de combustión inmediata, con Fito Páez y el Zorrito Von Quintiero en teclados, Alfredo Toth en bajo, Pablo Guyot en guitarra y Fernando Samalea en batería e Hilda Lizarazu y Rosario Ortega en voces.

Entusiasmados por rodear a Charly, arroparlo musicalmente, la banda sonó encendida. Una energía que se transmitió al público que hacía rato que había abandonado las butacas para de pie cantar con el grupo cada una de las estrofas, sobraba energía emocional y el festejo cumplía con las expectativas, nada hubiese sido lo mismo sin ese rato que Charly le regaló a su gente.

Y más de Piano Bar con Raros peinados nuevos, con el grupo más relajado y las voces de Fito, Hilda y Rosario logrando elevarse por encima del público que seguía el tema. Charly se señalaba a sí mismo cuando cantaban “Sólo quiero ser un enfermero”. Una versión que respetó la original y que mantiene esa frescura según pasan los años.

A esta altura del concierto, el ambiente era tribunero, empujado además por las arengas del Zorrito, el auditorio pareció convertirse en una cápsula del tiempo, con dos de los grandes artistas del rock en una saludable comunión artística. Antes de entrar en el segmento final, Hilda comenzó a cantarle el feliz cumpleaños, al que se le sumaron todos, músicos y público, tan potente como sentido. Charly irónico señaló: “Un año menos”.

Y largan Demoliendo hoteles, también de Piano Bar, un rock histórico, sólido y con una letra que genera una adhesión inmediata. No es casual que Charly y el grupo hayan elegido los cuatro temas de Piano Bar, uno de los grandes discos del rock argentino, de su etapa solista y que sintetiza una etapa rockera y hasta escandalosa pero espléndida de García como pianista, cantante y compositor.

Se despidieron con Canción para mi muerte, de Vida, el primer disco de Sui Generis, que sonó como una paradoja que el cierre fuese con una canción de sus comienzos, en la que tocó un arreglo que enfatizó el clima y tarareó por momentos la letra.

Fue una pequeña pieza de colección ver a Charly sumarse al grupo con esta canción que tiene 50 años y una melodía que resuena en la memoria de sus seguidores. Cerró el telón y Charly tomó el camino de salida, acompañado por el afecto sin más despedida que ese puñado de canciones que nos transportó a una época de este genuino artista que trascendió el rock.

Su presentación fue parte del homenaje que se realizó este sábado, con la presencia de una amplia cantidad de músicos que recorrieron la obra de uno de los artistas argentinos más importantes de la historia.

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