El macabro final del dueño de una fábrica de pastas: lo mató su empleado y lo enterró en el patio

La autopsia confirmó que Aarón Carlos Manuel González Rodríguez, propietario de una fábrica de pastas en Dolores, murió a causa de un traumatismo craneoencefálico grave, según el informe médico y que fue ratificado por el fiscal interviniente.

 
“La muerte se reconoce con un mecanismo de traumatismo grave de cráneo; causa mediata: trauma cráneo encefálico y básico traumatismo”, precisa el documento judicial.

El caso salió a la luz luego de que Daniel Di Menna, un allegado a la víctima, denunciara el 14 de octubre que no tenía noticias de González desde hacía más de un mes y medio. En su presentación, señaló que había recibido mensajes de WhatsApp sospechosos, donde el empresario pedía dinero y aseguraba encontrarse de vacaciones en Brasil, aunque evitaba las llamadas y el envío de audios.

Ante la duda, el Ministerio Público Fiscal solicitó información a Migraciones, que confirmó que González no había salido del país en lo que va del año. La investigación entonces apuntó a Maximiliano Sosa, empleado del fallecido y amigo personal, con quien además integraba una banda de música.

Entre los mensajes intercambiados, el supuesto González le contaba a su interlocutor que había dejado a Sosa a cargo de su local, su vivienda y sus vehículos, algo que terminó siendo clave para los investigadores.

Con esa pista, la policía allanó la casa de Sosa en Dolores. Allí, el hombre -junto a su esposa- admitió que González estaba muerto y enterrado en el fondo del patio. Con la asistencia de perros rastreadores y personal de Defensa Civil, el cuerpo fue hallado a un metro y medio de profundidad.

Sosa fue detenido de inmediato, mientras que su pareja fue tomada como testigo. El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial Pavón, donde se realizó la autopsia el 17 de octubre.