Llevaba una moto a tiro, sin llaves, se topó con un control policial y les dijo que no se acordaba del nombre del dueño: se la secuestraron.
Los funcionarios policiales reciben diariamente en su función, algunas muletillas repetidas como "yo no fui", pero resulta risueño que un hombre que viene con una moto a tiro, diga que es de un compañero de trabajo del cual no se acuerda su apellido, ni domicilio, como es obvio la moto fue secuestrada y el "compañero cinchador" fue debidamente identificado.