El plan “B”: ¡A LOS BOTES!
Pasamos por zafarrancho de combate, ahora con la nave semi hundida y las sirenas sonando ‘Sálvese quien pueda’.

La gente no sale del estupor y los que se salven querrán reivindicarse. Las próximas elecciones podrá actuar como el silbato de las ollas a presión y evitar que el descontento popular por la inflación se traduzca en hechos violentos.
No es del caso propiciarlos, ni alentar las soluciones tipo “Mussolini”, pero hay impericias y mala praxis que no son “gratis”.