Familias que viven en las inmediaciones de calles Lucas González y Augusto Niez, en la jurisdicción de Comisaría Décima pusieron el grito en el cielo por la creciente ola de robos, arrebatos, entraderas e inseguridad que azotan el barrio y se dirigieron hasta la mencionada dependencia policial en busca de respuestas y soluciones, pero la respuesta no fue la esperada.

Desde el vecindario aseguran que ya no se puede vivir tranquilos ni dejar la casa sola. Por eso, ante lo que consideran una falta de acción por parte de las autoridades policiales, los vecinos hicieron un llamado desesperado para que tomen medidas efectivas y urgentes antes de que ocurra una tragedia; exigen que se garantice la seguridad de todos los habitantes del barrio y que se ponga fin a la impunidad de los delincuentes que siembran terror en la comunidad que rodea a la Comisaría Décima.

“ESTO VA A TERMINAR MAL”

En comunicación con cronistas de Diario El Sol-Tele5, Alicia, vecina del lugar, citó que "quisieron apuñalar a un chico de motomandados cuando vino al barrio a traer un pedido; el chico se puso a forcejear con dos delincuentes".

"Eso pasa constantemente y así no se puede vivir, esto va a terminar mal. Si las autoridades no paran esta ola de inseguridad, esto va a terminar mal y hasta pueden matar a un inocente", espetó además.

“YA ESTAMOS HARTOS”

Oscar, también vecino damnificado del lugar, señaló: "Lo que está pasando acá viene desde hace algunos meses, se agravó en los últimos dos meses, venimos padeciendo robo tras robo, roban bicicletas, roban herramientas, no se salvan las baterías de autos, roban ruedas de autos y todo lo que encuentran a mano porque todo les sirve. Por eso acudimos a la Policía y no recibimos respuestas, siempre nos responden que no tienen nafta o que no tienen personal; ya estamos hartos, agotados, desesperados".