Cuba sufrió este lunes otra disparada de contagios de coronavirus, con epicentro en la capital La Habana, que indica que la ayuda sanitaria brindada por varios países no alcanza para mitigar el impacto de la pandemia, acrecentado por el bloqueo económico de Estados Unidos, afirma el Gobierno cubano.

La Habana, de dos millones de habitantes, registró este lunes 1.850 nuevos contagios, cifra que fueron consideradas "muy altas" por las autoridades, así como las que se presentan en todo el país.

El Gobierno divulgó además 68 muertes más en toda la isla.La letalidad de la enfermedad se ha expandido este año, con 2.920 decesos entre 403.622 personas que contrajeron el patógeno desde el inicio de la peste, según los últimos datos oficiales.

La Habana tuvo altibajos en los últimos meses y logró un cierto control epidémico que se rompió en julio, que terminó con cifras récord de infecciones y muertes.

A causa del nuevo repunte, el Grupo Temporal de Trabajo (GTT) para el enfrentamiento de la Covid-19 de La Habana, encabezado por el Gobierno local, aprobó nueva medidas destinadas a reforzar el plan vigente de prevención y control.

Se está poniendo énfasis en la llamada "pesquisa activa minuciosa", que profundiza los chequeos médicos en la búsqueda de casos y recurre al ingreso domiciliario de los infectados.

"Hay que frenar la transmisión del virus, hay que generar conciencia entre la población, que la gente realmente se preocupe y se ocupe de su salud y la de sus familiares", expuso el jefe del partido comunista capitalino, Luis Antonio Torres Iríbar, citado por el diario Tribuna de La Habana.

Según su criterio, "las personas tienen que sentir el peligro del contagio de manera permanente, y estar convencidos de que este no desaparece al interior de los hogares, sino que por el contrario se incrementa, porque en ese ámbito no suele usarse el nasobuco (tapabocas) ni se mantiene el distanciamiento físico" agregó.

Entre otras acciones que se aplican en La Habana están la apertura de nuevas instalaciones médicas para la atención a pacientes con síntomas y la creación de grupos de trabajo para vigilar la evolución de los casos ingresados en el hogar, reseñó la agencia de noticias ANSA.

El Ejecutivo del presidente Miguel Díaz-Canel viene advirtiendo que el feroz bloqueo estadounidense constituye un grave problema adicional en la lucha contra el flagelo, que apenas alivia la ayuda que, especialmente en los últimos días, Cuba ha recibido por parte de varios países, como hoy Nicaragua, mediante el envió de insumos, medicinas y alimentos.

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