“Realmente fue un verdadero milagro”, dijo el médico que atiende la salud de Candela Giarda

“Se ha recuperado de forma total; hoy es una mujer completamente normal”, dijo a la prensa el neurólogo Sanfilippo. Reconoció que al principio “no tenían” muchas esperanzas respecto a su salud pero "hubo un milagro”

Sociedad 17/10/2021 Editor Editor
CANDELA GIARDA

Candela tenía 10 años cuando los médicos le dijeron a su madre: "No podemos hacer nada más. Se muere esta noche". Fue el 22 de julio de 2011. La mujer acudió a la iglesia y la sanación ocurrió.

La recuperación de Candela Giarda, una paranaense que a los 10 años estuvo al borde de la muerte como consecuencia de una grave enfermedad, fue considerada un milagro por la Iglesia Católica. Tras ser desahuciada por los médicos, su madre comenzó a rezarle al Papa Juan Pablo I y, de la noche a la mañana, la situación de la joven se revirtió totalmente.

Uno de los médicos que la trató en su momento a Candela siendo niña y hoy, siendo joven la sigue evaluando, reconoce que efectivamente “hubo una mano milagrosa”. Se trata del referente del Centro de Neurología de la localidad de Galarza, Santiago Sanfilippo que habló del caso.

“En ese momento Candela había tenido una epilepsia subintrante, es decir una serie de convulsiones que no podían ceder aún con el tratamiento farmacológico, por lo cual entró en coma, estuvo internada en Paraná y fue derivada por esta condición al Instituto Favaloro, para tratar de evitar que sufriera este tipo de convulsiones y sacarla del coma. Cuando salió del coma, fue referida a nuestra institución para comenzar con la rehabilitación, ya que ella estaba con alimentación gastroenteral, con diferentes sondas y su condición física y mental era muy precaria. Recordó en ese sentido que era una niña de diez años que pesaba “16 o 17 kilos”.

 En el centro al cual pertenece el profesional comenzaron con Candela, “con terapia ocupacional, kinesiología, psicología con la familia, nutrición, con todo el equipo de rehabilitación detrás”, mencionó.

Al mismo tiempo dijo que al salir de la internación “ella continuó realizando sus actividades en la modalidad de hospital de día. Actualmente ella concurre a mi consulta, dos veces por año, para controles. Gracias a Dios se ha recuperado totalmente de estar en coma vegetativo, de no responder a ningún estímulo. Ella hoy es una mujer completamente normal que realiza sus actividades en forma normal y está estudiando hoy Ingeniería en Alimentos”.

“Realmente fue un verdadero milagro” puso relevancia.

El caso de Candela Giarda “era de mucha gravedad, por eso se hizo la derivación de Paraná al Instituto Favaloro que tiene mayor complejidad para poder tratarla mejor; de allí salió del coma y cuando llegó a nosotros también era de gravedad porque requería de mucho esfuerzo para tratar de rehabilitarse. Al comienzo no teníamos muchas esperanzas pero de a poco, con mucho esfuerzo, con mucho trabajo de la familia, la cual acompañó tanto su madre como sus dos hermanas gemelas que estuvieron permanentemente al lado de ella, brindándole su apoyo”.

“Era la niña mimada nuestra y poco a poco se fue viendo la recuperación hasta llegar a una recuperación total, diría en un 99,5 a 99,9 %, sin tener casi ningún tipo de secuelas”, fue contundente al afirmar su médico neurólogo.

Dijo que en el centro médico en que fue tratada Candela “hemos tenido casos similares, han estado en coma tres o cuatro meses y luego se han recuperado perfectamente y hacen vida normal, si bien no es lo común, que un paciente en estado crónico, en un coma vegetativo se recupere totalmente, hay casos aislados donde sí los pacientes pueden volver a recuperarse”. El caso de entrada de la chica al ‘coma’ fue “por una dificultad en la oxigenación y en la circulación cerebral debido a las crisis convulsivas permanentes que presentaba y que no podían eliminarse; las crisis son subintrantes porque son unas tras otras, ahí radicó el problema de ella. Las causas de la crisis convulsiva nunca quedaron muy claro”.

Consultado respecto del milagro que se le atribuye a Juan Pablo I, confió que en su caso particular es “una persona que abraza el catolicismo”, que “cree en Dios” y que “muy respetuoso de las otras religiones también”, Al respecto agregó: “Los médicos, los rehabilitadores, todos aquellos que participamos en salud, creemos que la mano de Dios nos acompaña, tal como ocurre en estos momentos de pandemia, para que podamos hacer lo que él desea dentro de nuestros conocimientos. Decimos que nosotros somos simplemente las manos de alguien superior que es el que nos guía para que podamos hacer las cosas, pero también depende de nosotros el tratar de estar habilitados para poder hacer este tipo de actividades”.

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